DELEGACIÓN del Gobierno y Ciudad Autónoma anunciaron ayer que durante la próxima Operación Paso del Estrecho, que está a punto de iniciarse, los pasajeros que elijan atravesar Melilla con destino a Beni Enzar y Nador tendrán agua, sombra y más espacio en los terrenos de Valenzuela. La mejora es de agradecer. Todos tenemos en mente las escenas vividas en la frontera el verano pasado: Inmigrantes marroquíes que regresaban de vacaciones a sus casas, con miles de kilómetros a las espaldas, con los coches supercargados, con niños pequeños, bajo un sol de justicia, aguantando colas que, en ocasiones, superaban las cinco horas, sin nada que beber y sin un techo donde resguardarse de las altísimas temperaturas que registró la ciudad en julio y agosto de 2012. El panorama era francamente desalentador. Ya lo decía el presidente de la Autoridad Portuaria, Arturo Esteban, cuando se le preguntaba por las gestiones que haría Melilla para atraer viajeros: El secreto está en brindar un mejor servicio. Es evidente que los tres nuevos enlaces entre Almería y Granada con Nador restarán pasajeros al puerto de Melilla, pero aún así es menester que la ciudad se prepare para recibir una cifra importante de viajeros, porque sobre este verano “de la crisis”, la incertidumbre casi siempre tiene la última palabra. También hay que tener en cuenta que siempre habrá quien prefiera entrar a Marruecos por Melilla para ahorrarse las aglomeraciones de las líneas más directas. Deberíamos intentar que ese viajero que elige pasar por Melilla, cuando salga de la ciudad, hable bien de ella. Es una cuestión de hospitalidad, pero también de márketing, de aprovechar la oportunidad de que miles de personas, allá adonde vayan, hablen bien de Melilla.