Ante el desgraciado fallecimiento de mi esposa Doña Concepción Sola García, tanto mi familia como yo queremos trasladar a la ciudadanía melillense lo siguiente:
Ante lo que, a nuestro parecer, fue una negligencia del hospital Comarcal de Melilla, por la negación al traslado urgente el mismo día del ingreso a otro hospital público con servicio de cirugía vascular debido a que el diagnóstico realizado tras el ingreso, por el personal médico de Urgencias era de dos trombos en la pierna izquierda, aneurisma e intensa hemorragia de origen desconocido.
Tras esta evaluación todo el personal médico coincide en su traslado urgente a un hospital en península pues el de Melilla no tiene cirugía vascular.
Dicha evacuación no se produjo quedando ingresada en la sala de Urgencias.
A la mañana siguiente, a la espera y sin tener noticias, me dirijo al director del hospital para comunicarle lo sucedido la noche anterior, donde fui atendido con una absoluta exquisitez, iniciándose en ese momento, y durante las cuatro horas posteriores, los trámites para la evacuación, la cual no se produjo puesto que el cirujano vascular de Carlos Haya no puede intervenirla hasta el lunes por no disponer de camas y encontrarse mi esposa en situación estable, es por ello por lo que solicito la evacuación a cualquier otro hospital con cirugía vascular.
Obteniendo la negativa, pues el protocolo del hospital establece que tiene que ser en el hospital Carlos Haya, por lo que yo pregunto “qué pasaría si durante esos cuatro días si la situación de mi esposa se agravara, y quién asumiría la responsabilidad”.
Desgraciadamente, nueve horas más tarde mi esposa se encontraba en la UCI muriendo desangrada.
Una vez relatados los hechos, mi familia y yo queremos agradecer con toda el alma los esfuerzos realizados por el personal de UCI donde se dejaron la piel para poder salvar la vida de mi esposa.
Desde estas líneas y desde nuestro inmenso dolor no me exime reconocer el esfuerzo realizado por el director del hospital y todo su equipo para solucionar el problema, un problema que deja en evidencia la carencia de la sanidad de la ciudad puesto que si no hay camas disponibles en Carlos Haya, la gente de Melilla se muere.
Para acabar nos gustaría dar todos los nombres posibles de aquellos que aunaron sus esfuerzos para salvar la vida de mi esposa como son Santi (UCI), Kauthar (cirugia), Vivaldi (digestivo), enfermeros y demás equipo de UCI así como Manolo Requena, Hermanos Ríos, Ana Corbí, Maru, Francisco, Susi, celadores, ambulancia… y tantos otros que trabajaron desde el anonimato a los que les estaremos eternamente agradecidos.
Al pueblo de Melilla:
No tenemos palabras suficientes para agradecer el inmenso apoyo y tantísimas muestras de cariño que hemos recibido de todo el pueblo de Melilla en el sepelio. Gracias a ello, mi esposa ha tenido una despedida preciosa y llena de cariño.
Nos hemos sentido realmente queridos y apoyados en este horrible momento.
Siendo imposible agradecer de forma personal a cada uno de aquellos que nos han presentado sus condolencias, queremos aprovechar este medio para dar las gracias de corazón.
Mi esposa se fue con el cariño de todos los melillenses
Conchi, mamá, siempre con nosotros.
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