A las 8:00 horas de la mañana de un día cualquiera entre el lunes y el jueves, el paso fronterizo de Barrio Chino es un hervidero. Los porteadores se agolpan esperando que las autoridades dejen pasar y comience así su jornada laboral llevando bultos de una parte a otra de la frontera. Estos días, sin embargo, el número de porteadores está siendo mayor de lo habitual.
De hecho, El Faro conoció esta situación al percibir que la cola para cruzar al país vecino por Barrio Chino llegaba la semana pasada, a primera hora de la mañana, hasta la rotonda que se encuentra frente al colegio Pedro de Estopiñán.
Efecto llamada
La respuesta a esta situación la proporcionó a este periódico Hassan, un porteador que lleva desde el año 1994 pasando bultos. Según contó este trabajador y confirmaron otros, la época del año es crucial. De hecho, durante más o menos un mes, los empresarios de este gremio están en pleno ‘fin de temporada’, es decir, están en ese punto en el que quieren deshacerse de todo el stock que les queda.
Según comenta Hassan, esta situación está provocando un ‘efecto llamada’ de personas del país vecino que llegan con la idea de hacer un par de viajes e irse a casa con unos 40 euros por jornada laboral. Esto se debe a que, normalmente, un porteador cobra por bulto entre 6 y 8 euros.
Según explicaron algunos trabajadores, sin embargo, los empresarios están pagando ahora alrededor de 20 euros por trayecto, una cantidad que asciende a más del triple de los que estos ‘currantes’ suelen percibir.
Oferta y demanda
Parece un negocio perfecto. El empresario quiere terminar con su stock para dedicarse a otros negocios durante el invierno y los trabajadores se llevan un ‘extra’ por su trabajo.
Sin embargo, el efecto llamada hace que muchas personas sin empleo decidan, durante el mes que más o menos dura este ‘fin de temporada’, ganarse un dinero haciendo un par de viajes al día. Según señala a El Faro Hassan, veterano porteador, esta situación está provocando que la frontera se colapse y que la oferta de porteadores esté siendo, en ocasiones, mayor que la demanda por parte de los empresarios.
Así pues, según lamenta Hassan, hay jornadas en las que tras más de tres horas en cola, vuelve a casa sin haberse metido ni un euro en el bolsillo. “Hay días que pierdo el tiempo, pero este mes va a ser así”, sentencia el porteador.
La segmentación geográfica no funciona. Compruebe si la geolocalización IP está habilitada en su cuenta…
En la obra pictórica presente en Melilla de escultor y pintor Pepe Gámez (Melilla, 20…
Hoy quisiera invitarlos a reflexionar sobre un asunto que nos interpela, casi en igual medida,…
De Galicia al Mediterráneo Si vemos la imagen de una colonia de percebes (Pollicipes pollicipes)…
Dedicaba el diario El País dos páginas de su publicación dominical del pasado domingo, 4…
Queridísimos; Si algo caracteriza a la señora Díaz Pérez (doña Yolanda, "Yoli", "Yoli O' Trapiño"),…