El acusado dice que la víctima no fue su pareja y ésta asegura que “manda a sus amigos” para vigilarla. Un marroquí acusado de amenazar a su ex pareja se defendió en el juicio celebrado esta semana asegurando que la víctima le denunció para evitar pagarle un dinero que le debe por un trabajo hecho en su local de ocio. El acusado explicó a la titular del Juzgado de lo Penal número 1 de Melilla que el pasado 6 de diciembre se encontró “casualmente” con su ex pareja y le pidió el dinero de la deuda. La víctima negó que existiera una deuda y aseguró que la relación sentimental se prolongó seis meses, pero él “no acepta que se ha terminado”.
Según la víctima, aquella noche estaba de tapas con unos amigos cuando el acusado se acercó donde estaba ella y le dijo: “Puta de mierda. Guarra. No te puedo ver con otro”. Pero no era la primera vez que tenía un ‘encontronazo’. La mujer aseguró ante la juez que su agresor “manda a sus amigos” para vigilarla. Estos “amigos” estaban en la sala de espera, para declarar como testigos, pero no pudieron hacerlo finalmente porque el abogado defensor no había informado a la juez de la presencia de los dos testigos antes de comenzar el juicio.
Así pues, únicamente declararon acusado y víctima. El primero en hacerlo fue el procesado, quien negó haber tenido una relación sentimental estable con la mujer. Es más, aseguró que él es un hombre de negocios y que únicamente contactó con la víctima para hacer contactos comerciales. De hecho, está casado y nunca ha tenido ningún problema con la justicia en Melilla ni en Marruecos.
Sin embargo, la víctima aseguró que durante seis meses hicieron vida de pareja. Se veían tres o cuatro veces por semana y habían realizado varios viajes juntos en la península y en Marruecos.
La disparidad de pareceres sobre la relación que les unía también se reflejó en la secuencia de los hechos ocurridos en la noche del 6 de diciembre. Por una parte, el acusado aseguró que el encuentro entre ambos fue casual y declaró que únicamente le volvió a pedir el dinero que le debía. La víctima, por su parte, afirmó que el agresor se acercó a donde ella estaba y comenzó a insultarla. “Me dijo que era una puta. Me preguntó si tengo novio. Me dijo que no me podía ver con otro”, relató ante la juez.
Visto para sentencia
Una vez tomadas las declaraciones, el caso quedó visto para sentencia. La Fiscalía pidió una orden de alejamiento para el acusado, además de una pena de localización de ocho días.
La defensa insistió en la versión ofrecida por su cliente y aseguró que la denuncia de la mujer se debe a una deuda que tiene con “un amigo con derecho a roce”. El problema es laboral y para no pagarle, le denuncia para quitársele de en medio”, aseveró el abogado, quien aludió a otras causas pendientes de la víctima, también por reclamos de dinero.