Advierten de un aumento de la radicalización en cárceles y centros de menores de Melilla y Ceuta

La Fiscalía General del Estado indica que este incremento también se da entre miembros de las Fuerzas Armadas. La institución, preocupada por la probabilidad de que las células de captación se vuelvan operativas

Los procesos de “radicalización” en prisiones, centros de menores y entre miembros de las Fuerzas Armadas se han incrementado especialmente en Melilla y Ceuta. Ésta es una de las conclusiones de la Memoria anual de la Fiscalía General del Estado, publicada ayer. En concreto se indica que en las cárceles se ha detectado presencia de internos “con posicionamientos radicales, habiendo manifestado alguno su intención de viajar a Siria una vez que se encuentre en libertad o incluso, de llevar a cabo alguna acción en España”.

En la Memoria se apunta que Melilla, Ceuta, Madrid y Cataluña son las regiones en las que principalmente hay contrastada presencia de estructuras logísticas que llevan a cabo actividades de captación y envío de yihadistas para su incorporación a Daesh. En este sentido, resalta la “alta probabilidad” de la transformación de estas estructuras de naturaleza logística en operativas “susceptibles de perpetrar un ataque terrorista en España, bien de manera autónoma o bien dando respuesta a planes emanados de Daesh”. Indica que “el éxito” de la presencia de las redes de captación y envío se ha convertido en uno de los principales focos de amenaza para nuestro país.

La Fiscalía General del Estado indica en este documento que continúa incrementándose la cifra de personas afines a Daesh que viven en España y pretenden desplazarse a Siria o Iraq para incorporase al grupo terrorista e indica que esto tiene a su vez un riesgo asociado de que estas mismas personas retornen a España con formación y habilidad en el manejo de armas y la fabricación de explosivos, así como en técnicas y tácticas militares, susceptibles de ser utilizadas para la perpetración de acciones terroristas. En este punto, el informe destaca que de nuevo las dos ciudades autónomas, junto a Madrid y Barcelona, son en las que han residido un mayor número de combatientes terroristas extranjeros detectados en las actividades de investigación.

En cuanto a los ejecutores “autónomos”, los denominados ‘lobos solitarios’, el informe indica que la dificultad que existe en muchas ocasiones para incorporarse a las filas yihadistas, unida al reiterado llamamiento por parte de Daesh a atentar contra intereses occidentales, puede hacer que personas afines a este grupo terroristas consideren más factible culminar sus pretensiones en nuestro país, en lugar de desplazarse a otras zonas. En este punto, resalta la detención en enero de 2015 en Ceuta y en noviembre de ese mismo año en Madrid, a varios integrantes de dos células terroristas “predispuestas ideológica y operativamente para la posible comisión de alguna acción terrorista en nuestro país”.

Según recientes informes policiales, señala también la Fiscalía, entre 4.000 y 5.000 individuos de países de la Unión Europea se han desplazado a Siria e Iraq. Las investigaciones policiales y judiciales que se siguen en nuestro país, en general en colaboración con las autoridades marroquíes, se concentran fundamentalmente “en los focos radicales de Melilla y Ceuta, Barcelona y Madrid” y se centran en actividades de captación y adoctrinamiento de personas muy jóvenes, entre las que se incluyen niñas menores de edad, para su envío a Siria a integrarse en el autodenominado Estado Islámico.

Internet continúa siendo el principal mecanismo de difusión yihadista

La Memoria Anual de la Fiscalía General del Estado destaca que internet continúa siendo el principal mecanismo de difusión del mensaje radical del Daesh y resalta que han proliferado los perfiles radicales en redes sociales que recogen la expansión del yihadismo por Europa y España. En este punto, indica que a consecuencia de los atentados perpetrados en Francia el año pasado, se han detectado en nuestro país numerosas muestras de apoyo a los yihadistas autores de estos ataques a través de las redes sociales, así como pintadas en espacios públicos de distintas localidades y comportamientos agresivos contra los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.