El pasado día 20 de octubre, los máximos dirigentes de España, Francia y Portugal -Pedro Sánchez, Emmanuel Macron y Antonio Costa, respectivamente- acordaron cancelar el gasoducto por los Pirineos -el llamado MidCat- y dieron la bienvenida a la interconexión por el fondo marino entre Barcelona y Marsella conocido como BarMar.
A la salida de la cumbre antes del Consejo Europeo que se celebró aquel día, el presidente español agradeció a sus homólogos el acuerdo alcanzado para la interconexión energética. Ante los medios de comunicación, Sánchez se refirió a que el nuevo conducto atendía a tres premisas: la apuesta por las energías verdes -el hidrógeno-, la Península Ibérica como eje de todo debido a la capacidad regasificadora de España y la interconexión dual -esto es, de hidrógeno, gas y otras fuentes de energía renovables, por un lado, y, por el otro, las interconexiones eléctricas con Francia-.
Fue allí donde anunció que el BarMar, destinado al transporte de hidrógeno verde, tendría un período de transición en el que también transferiría gas.
Quedan todavía muchos detalles por pulir y, de momento, la próxima cita la tienen en la cumbre del Euromed, que se va a celebrar en Alicante los próximos días 8 y 9 de diciembre. Entre los asuntos pendientes en los que se seguirá trabajando, Sánchez citó los plazos y el reparto de costes entre los tres países y la Unión Europea (UE).
“Una muy buena noticia”
Para el jefe de Gobierno español, se trata de “una muy buena notica” para los tres países, en primer lugar, pero “fundamentalmente” para el resto de Europa, en “un ejercicio de solidaridad coherente y consecuente con la apuesta por la transición ecológica”.
Sánchez se mostró exhultante por haber “logrado, después de muchísimos meses, desbloquear el corredor de energía verde entre la Península Ibérica y el conjunto de la UE”, además, “con un compromiso europeísta, solidario y de transición ecológica entre los tres gobiernos”.
Alemania, de manos de su canciller, Olaf Scholz, celebró también un acuerdo que le afecta especialmente, por cuanto este país es uno de los más dependientes del gas ruso, que cada vez es más escaso y está más caro.
Para el profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Católica San Antonio de Murcia, Pablo Blesa, la importancia del hecho radica también en “un acuerdo político no escrito” entre Sánchez y Macron para ayudar a Alemania en “un momento de crisis acuciante como el actual”, con los precios del gas disparados, y poder suministrar energía a los países del entorno, que han sido los más perjudicados por el “radical corte ruso”.
De ahí que al principio, y hasta que estén disponibles las nuevas energías, se pueda emplear para transportar gas.
Almacenamiento de energía
Por otro lado, aquel día el presidente del Gobierno hizo otro anuncio en clave energética para superar la coyuntura actual. En concreto, se trata del acuerdo al que se llegó por parte de España y Portugal para el almacenamiento de electricidad, como otro pilar de la llamada solución ibérica.
Con este “segundo pilar”, como se refirió a él Sánchez, se espera que España y Portugal sean “más fuertes, autónomos, resilientes y competitivos”. Además, la intención, según anotó el presidente, es que esta solución ibérica escale en un futuro al conjunto de la UE.
Para el jefe de Gobierno de España, de hecho, ambas medidas están “interrelacionadas”, en el sentido de que se trata de “defender una de las principales conquistas de la UE, que es el Mercado Único. “Cualquier solución europea es urgente y necesaria”, añadió.
Al respecto, Sánchez consideró que España tiene la legitimidad en este campo y, haciendo uso del refranero popular, aseguró que “nunca es tarde si la dicha es buena”.
“La dicha es proteger nuestra economía frente a un chantaje que nada tiene que ver con los fundamentos de la economía, sino con un propósito bélico, el que tiene Putin de debilitar el proyecto europeo”, explicó el presidente a los periodistas allí presentes.
Sobre este asunto, y por último, Sánchez mostró su satisfacción por el apoyo mayoritario recibido tanto por el Consejo Europeo como por la Comisión Europea, lo que espera que se traduzca lo antes posible en el mayor consenso posible dentro de la UE.
Pues hola qué tal, lleva cinco gritos en el
bolsillo si! pues guardemos después me los dara