Las cámaras de seguridad grabaron cómo el acusado entró en la casa, mientras el dueño no estaba. Un hombre, que responde a las iniciales O.M., no se presentó ayer al juicio que se celebró en su contra por un delito de hurto. El denunciante, R.Y., explicó ante la titular del Juzgado de lo Penal número 1 que hace dos años, la persona que limpiaba su vivienda de manera habitual se llevó 1.000 euros que el propietario había dejado para su madre. Declaró que el acusado entraba en su domicilio y limpiaba la casa cuando alguien, desde dentro, le abría la puerta. R.Y. aseguró que nadie más que él mismo tiene las llaves de la casa, pero reconoció que un día se percató que había desaparecido un juego de llaves.
No sospechó de que esta pérdida pudiera estar motivada por un robo y dijo que pensó que estarían en “algún cajón”. Sin embargo, el 29 de septiembre de 2011, antes de irse a trabajar por la mañana, el propietario de la casa dejó 1.000 euros encima de la mesa para su madre. Cuando volvió, el dinero ya no estaba. Afirmó ante la juez que preguntó a todos los habitantes de la vivienda si habían cogido el dinero o si habían visto entrar a alguien en el domicilio.
El acusado le aseguró que no había robado nada. Pero las sospechas sobre el limpiador de la casa se hicieron más sólidas, cuando R.Y. se presentó en la Jefatura de Policía, interpuso la denuncia y los agentes revisaron las grabaciones de las cámaras de seguridad existentes en el inmueble. En ellas, le dijo la Policía, se veía que la única persona que había entrado en la vivienda era el acusado, O.M. y al no estar forzada la cerradura, el denunciante concluyó que su limpiador había cogido las llaves y, posteriormente, los 1.000 euros que había dejado para su madre.
Para conseguir detener al ‘ladrón’, la Policía, que había constatado que el limpiador era el único que había accedido a la vivienda, aconsejó al propietario que se citara allí con su limpiador. R.Y. siguió al pie de la letra las instrucciones de los agentes y quedó con el acusado en su domicilio. Una vez allí, llamó por teléfono a la Policía Nacional y, tras llegar una patrulla, detuvieron al acusado. El caso quedó visto para sentencia con la única declaración del denunciante.