Las imágenes que se vieron al final del encuentro que disputaron en la jornada del viernes el Leyma Basquét Coruña y el Melilla Baloncesto no son agradables y desde luego no se corresponden con la categoría que ambos clubes deben dan en una cancha de juego.
Todo ocurría cuando el jugador del Melilla Baloncesto Pablo Almazán cortaba un contraataque del jugador local Beqa Burjanadze con una falta antideportiva.
Faltaban sólo 12 segundos para que se pitara el final del partido (ya decidido con un 76-70 en el electrónico), pero la acción de Almazán desató los nervios de unos y otros jugadores y se organizó una tangana en la que tomaron parte no sólo estos jugadores, sino la gran mayoría de los que estaban en el campo y también los que ocupaban el banquillo de uno y otro equipo.
Así las cosas, los árbitros del encuentro resolvieron el incidente con una decisión de expulsar a todos los jugadores de los banquillos de ambos equipos por haber saltado al terreno de juego, con las correspondientes faltas antideportivas a uno y otro, aunque la trifulca la originaran Pablo Almazán y Burjanadze, que estaban en la pista.