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Ningún testigo vio la agresión y los informes médicos no son contundentes sobre las lesiones
Una joven acusada de maltrato por su novia ha sido absuelta. Los hechos denunciados se produjeron en el domicilio que compartían las dos mujeres, que llevaban viviendo juntas alrededor de cinco meses. La supuesta víctima acusó a su pareja sentimental de haberle propinado numerosos golpes y pidió que se decretara una orden de alejamiento de al menos 200 metros por un tiempo de tres años. Sin embargo, el juzgado de lo Penal número 1 de Melilla consideró que no existían pruebas contundentes que inculparan a la acusada, defendida por la letrada Carolina García.
Los hechos denunciados se produjeron el pasado 28 de agosto. La supuesta víctima aseguró que a consecuencia de una fuerte discusión con su pareja, ésta le propinó un guantazo en la cara y la golpeó después en varias partes del cuerpo sufriendo lesiones en la mandíbula, el codo, el muslo y la región lumbar.
Sin embargo, tras analizar los informes del médico forense y de Urgencias y escuchar los testimonios tanto de las dos implicadas como de un vecino el juez no considera acreditados los hechos denunciados. “Teniendo en cuenta que no existen testigos presenciales de la agresión, que leste juzgado no tiene manera de conocer la antigüedad de los hematomas, y, por ende, su relación de causalidad con la agresión (…), se procede a la absolución de la acusada”, explica el juez en la sentencia.
La acusada aseguró en su testimonio que su pareja había bebido mucho la noche de los hechos e incluso apuntó que había mezclado el alcohol con antidepresivos y señaló que suele beber a menudo por lo que se suele caer por las escaleras. Asimismo, justificó los moretones con el hecho de que la supuesta víctima trabaje en un supermercado.
Por su parte, en el informe del médico forense se indica que es cierto que la joven presentaba lesiones leves en la región mandibular, el codo, el muslo y la región lumbar. Sin embargo, también indica que no era posible fijar cuándo se habían producido las mismas. Afirmó que las dolencias existían en el momento de la exploración, pero que no era posible determinar la antigüedad.
Al margen de las dos implicadas, también se escuchó en el juicio el testimonio de un vecino de la pareja que afirmó que la noche de los hechos escuchó desde su casa una discusión fuerte entre ambas, por lo que salió a las escaleras, donde se encontró a la denunciante “muy nerviosa, mostrando un moretón en el mentón”. El juez considera en su sentencia que este testigo si bien afirmó que se había producido una discusión no presenció ninguna agresión. Insiste en que ninguno de los informes indica cuándo se produjeron los hematomas y señala que la denunciada negó en todo momento los hechos, por lo que no existen pruebas que demuestren que se produjo la agresión.