La titular del Juzgado de lo Penal número 2 de Melilla ha dictado una sentencia absolutoria para un individuo al que se imputaba la comisión de un delito de lesiones en el ámbito de la violencia doméstica. De acuerdo con la acusación, mordió a su ex pareja en la pierna, le rompió un plato en la cabeza y le causó lesiones en un hombro. La fiscal pidió que el hombre fuera condenado a dos años y medio de prisión, pero la magistrada ha considerado que los hechos denunciados no quedaron acreditados durante la práctica del juicio.
Esta es la tercera vez que el hombre queda absuelto ante las denuncias de su ex novia. No obstante, según pudo saber El Faro, se ha interpuesto un recurso de apelación ante la Sección Séptima de la Audiencia Provincial de Málaga, con sede en Melilla.
Los hechos sobre los que se ha dictado la libre absolución fueron enjuiciados el pasado 26 de abril. El entonces acusado aseguró que no era verdad que la noche del 21 hubiese irrumpido en la vivienda de su ex, en el barrio de la Libertad, ni que la hubiera agredido, como ella denunció en comisaría.
“Obsesionada” con él
“No me he acercado a esa casa desde el 8 de marzo”, afirmó en el juicio. El ex procesado insistió en que la mujer está “obsesionada” con él, siendo este el verdadero motivo por el que le había interpuesto varias denuncias, de acuerdo con su versión.
Además, el hombre apuntó que la noche de los hechos estuvo en el bar Goldwin, en el centro, jugando el billar, donde estuvo hasta pasadas las dos de la madrugada, pese a que la denunciante subrayase que él la agredió a media noche.
El propietario del establecimiento confirmó la coartada del encausado al declarar en él estuvo en su local hasta que cerró.
Miedo al acusado
La querellante, por su parte, sostuvo en la vista que ella lo llamó varias veces para advertirle de que tenía cartas suyas en su vivienda, aunque él no le respondió hasta medianoche. Siempre según su versión, el hombre acudió a su casa y comenzó a tirar las cosas del dormitorio. Después, fue a la cocina y empezó a destrozarle los cacharros.
Según la denunciante, el hombre le rompió un plato en la cabeza al tirárselo con fuerza, le mordió en una pierna y le clavó las uñas en un hombro. El ex procesado abandonó la vivienda cuando escuchó al vecino, según expuso la mujer, siendo este quien dio el aviso a la policía.
La querellante negó en la vista que hubiera amenazado nunca al procesado e insistió en que él si le había jurado que la iba a matar. “Tengo un montón de miedo, no puedo ni salir a la calle”, exclamó la mujer, fuera de sí. “Si un día me mata, no os voy a perdonar a ninguno”, aseguró en su declaración.