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“Abrir el melón” en Melilla: el secreto está en el `culillo´

El melón es uno de los alimentos favoritos del verano, siendo la quinta “fruta” más consumida por los españoles, y también por muchos melillenses, que han aportado sus claves para elegir un buen melón. El Faro ha salido a la calle para comprobar cómo eligen los melillenses el mejor melón del mercado.

 

El melón realmente no es una fruta, pertenece a la familia de las cucurbitáceas (pepino, calabacín…), por lo que en realidad es una verdura. Debido al uso que se le ha dado a lo largo de la historia, se ha considerado siempre como una fruta.

“El melón fresquito en la nevera está muy bueno”, afirmó Paqui. Esta melillense considera que le gusta mucho la fruta, pero que el melón en verano le sienta especialmente bien.

Cómo elegir un melón

Existen más de 850 especies de melón en el mundo, una fruta que se consume más durante el verano. El 92% de su contenido es agua por lo que se convierte en un aliado para los días de más calor.

Desde la web de salud y belleza Nutritienda dan las claves para elegir un buen melón. Algunos de estos trucos no son nada nuevo para muchos melillenses, que saben perfectamente cómo escoger esta fruta.

“Yo lo huelo por el culo del melón”, explicó María Teresa. Esta melillense considera que si está blandito y huele bien, está bueno, y no duda de que funciona.

María Teresa aportó otro consejo que coincide con Nutritienda. "Dónde más se nota el aroma es en el péndulo del melón (el extremo opuesto al tallo), si el olor es dulce es que está listo para tomar, sin embargo, si es un olor fuerte puede estar pasado".

Es el mismo truco que tiene otra melillense, Chari. “Lo miras por la parte del culillo, si está un poquillo blando yo creo que ese es el que está bueno”, explicó. Ella todavía no sabe si el truco que tiene es infalible, pero le ha estado funcionando durante todo este verano.

“Yo creo que es apretándole el culete”, dijo Lucio. Si está blando, comentó, es que está bueno. Él es de Sevilla y está pasando unos días en la ciudad visitando a su hijo que trabaja en Melilla. Aunque él sabe el truco prefiere fiarse mejor de los profesionales y que el frutero le consiga el mejor.

La web de salud y belleza advierte que al tocar el melón no tiene que estar demasiado blanco, ya que significaría que está pasado. Para saber si un melón está en el estado óptimo se aprieta uno de los lados y el otro lado se abombará un poco.

“Que tenga una buena cama”, añadió Carmen, su mujer. Con esto se refiere a que la mancha amarilla que tienen todos los melones sea grande. También "tiene que sonar hueco", dijo.

Precisamente Nutritienda considera que el sonido hueco es sinónimo de "en su punto". Para saber la madurez de un melón, explica la web, se pueden dar pequeños golpecitos para ver qué tipo de sonido emite. Si suena “duro” es que todavía está verde, sin embargo, si suena hueco y vibra es que el melón está “en su punto”.

Además, hay que sumarle que tenga muchas rayas. “Lo llaman Piel de Sapo, que es el melón extremeño”, explicó esta sevillana.

Este es precisamente el punto clave para elegir un melón, según la web de salud. "Es importante observar las rayas, si son concéntricas es que es un melón “hembra”, por lo tanto, más dulce. Los melones “macho” tienen líneas longitudinales de extremo a extremo y tienden a no tener el dulzor de las hembras. Estos melones son más difíciles de encontrar ya que en muchos casos se distribuyen a restaurantes y sitios más exclusivos", termina explicando Nutritienda.

Para la web de belleza y nutrición hay otros dos puntos claves que no han mencionado los melillenses. En primer lugar observar su aspecto.  "Es importante observar el aspecto del melón, no tiene que tener abolladuras, ni grietas y debe tener buena textura. Es mejor elegir los que están arriba del montón ya que se supone que se han llevado menos golpes, aunque realmente esto puede variar según el establecimiento", recuerda la web.

Para acabar, explica que hay que estar en alerta sobre el color de esta fruta. "El color del melón por fuera tiene que ser un poco amarillento y no debe ser brillante ya que significará que no está listo para tomar. El tono, si es oscuro es signo de madurez, mientras que si es verdoso es que no ha alcanzado su punto óptimo. Lo mejor es que su color sea verde medio con un pequeño tono amarillento", aconsejan.

En la frutería

En el mercado de la ciudad, Kemuel, uno de los fruteros, explicó a El Faro cómo tiene que ser un melón para estar bueno.

“Tiene que ser redondo y que pese”, aseguró Kemuel. Si el melón tiene muchas rayas en los extremos es que es hembra. “Las hembras siempre son dulces”, explicó. Para ver si está maduro, solo será necesario apretar un extremo y ver si está blando.

Fijarse en el peso es uno de los puntos clave que muestra Nutritienda. "Ante un mismo tamaño será mejor el melón que pese más ya que contendrá más agua y será más jugoso", explican.

En este puesto del mercado hay diferentes tipos de melones. Por un lado el melón Piel de Sapo, y por otro el amarillo. Aunque de sabor son diferentes, el precio y la calidad no varían mucho.

Kemuel cuenta que ahora mismo es temporada de melón, “la temporada de la sandía está acabando y la del melón empezando”, explicó el frutero.

Abrir el melón

Si se deja a un lado el melón como fruta, a algunos melillenses les gustaría “abrir el melón” de lo que realmente les preocupa sobre su ciudad.

Entre los temas más repetidos, la suciedad de las calles, seguido del problema del transporte y la sanidad.

“Tenemos unos barcos que no valen ni un duro”, consideró una melillense muy enfadada con el transporte de la ciudad, Paqui. Ella cree que tanto los barcos como los aviones no funcionan bien en la ciudad.

Lo peor de los barcos para ella son los camarotes, que considera demasiado pequeños, y el precio del billete. “Ponen unos precios muy caros”, se queja Paqui.

Esta melillense no solo se ha quejado de los medios de transporte sino del pavimento y la calzada. Para ella, las calles están muy sucias. “Suciedad por todos los lados”, dijo.

“Yo me quejaría de la sanidad”, confesó Nisa. Aunque esta melillense cree que en la ciudad todo son quejas, si tuviera que criticar algún tema sería la sanidad.

Al tiempo que tardan en darle una cita, dijo, se junta que no ve el fin de las obras del nuevo hospital. “Parecen las obras de El Escorial, nunca terminan”, bromeó Nisa.

“Yo la verdad que la veo sucia”, se quejó María Teresa. Esta melillense no sabe si cree que es porque la gente es muy “marrana” o porque no se limpia bien. “Eso que ahora limpian sábados, domingos y festivos”, explicó.

Lo mismo opinó Victor. “Lo importante del melón es que esté limpio”, aseguró refiriéndose a las calles de Melilla. Este melillense tampoco quiso profundizar mucho en el tema para no meterse en líos.

“Hay demasiados melones que abrir y no puedo decir qué melón”, comentó Chari. Esta melillense aunque cree que se debería hablar sobre muchos problemas de la ciudad, no quiere meterse a criticar ninguno.

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