El presidente de Coalición por Melilla (CpM), Mustafa Aberchán, fue ayer el primer encausado que prestó declaración ante el Tribunal de la Sección Séptima de la Audiencia Provincial de Málaga, con sede en nuestra ciudad. Según la acusación de la Fiscalía, el cepemista fue uno de los ideólogos de un entramado orientado a la captación ilícita del voto mediante el que se pretendía favorecer a la coalición CpM-PSOE en las elecciones generales de 2008. Además de negar este punto, Aberchán sostuvo que él ha sido una de las principales víctimas del ‘Voto por correo’. Según apuntó, este procedimiento judicial es el resultado de una trama que fue orquestada desde el PP. El procesado también aclaró que respondería a las preguntas de la fiscal, María Isabel Martín, siguiendo el consejo de su letrado, aunque no creía que la representante del Ministerio Público pudiera actuar con independencia en esta causa.
En este sentido, el cepemista manifestó que existía cierta “vinculación entre el dinero público” y la parte acusadora. Aberchán ya denunció ante los medios de comunicación que, debido a que el marido de la fiscal era adjudicatario de varios contratos con la Ciudad Autónoma, piensa que ésta podía estar influenciada por intereses personales. Este motivo ya le llevó a presentar una queja ante la Fiscalía General del Estado.
En el transcurso del interrogatorio, en el que el acusado manifestó en varias ocasiones su disgusto por el contenido de las preguntas formuladas por la fiscal, Aberchán negó que se hubiera recurrido al engaño para conseguir votos usando como cebo los puestos en los planes de empleo. “Las promesas electorales siempre son un arma, pero no un arma de engaño”, insistió el procesado. “No ofrecí puestos de trabajo a cambio de votos por correo”, sostuvo en el juicio.
El cepemista insistió en que una de las medidas que incluía el programa electoral era el aumento de la partida destinada a los puestos de los planes de empleo, por lo que se pasaría de invertir 11 a 20 millones de euros. Al parecer de Aberchán, este es uno de los motivos por los que, sumado a la “expectación” que generó entre la población la unión de las siglas de CpM y PSOE, se produjo un aumento de las votaciones por correo. El encausado, además, desdijo a la fiscal al señalar que no se triplicó la cifra de votos emitidos a través de esta vía en 2008, en comparación a los comicios de 2004. “No llegaron a duplicarse”, aseguró.
Incitar al voto por correo
Aberchán negó que se hubiera tratado de promover la fórmula del voto por correo de forma ilícita. Según explicó, CpM colgó carteles en los que se indicaba que se ofrecería información en la sede a quienes quisieran votar por correo. “Nos inspiramos en un cartel del PP”, relató el cepemista. El acusado defendió que CpM trató de dar las mayores facilidades posibles a los votantes, lo que también implicaba rellenar las solicitudes de aquellas personas que no supieran leer o escribir, así como indicar la manera en la que se tenía que llevar a cabo el procedimiento. No obstante, Aberchán fue tajante al negar que en el grupo de CpM se hubieran manipulado sobres con votos.
En cuanto a las solicitudes de las papeletas, el cepemista señaló que éstas debían encontrarse en Correos y no en la sede de CpM. Según apuntó, podría ser que tuvieran en el local algún impreso, pero en ningún caso los ciudadanos acudían al grupo para reclamar los documentos del voto por correo.
Premisa equivocada
“¿Desconocía lo que ocurría en la sede de CpM?”, preguntó la fiscal. Al respecto, Aberchán aseguró que sí era conocedor del trabajo que allí se hacía. “Pero usted parte de un supuesto de actividad ilícita”, le reprochó a la representante del Ministerio Público, negando que esta premisa fuese cierta. Asimismo, indicó que “ya me hubiera gustado” que la sede de CpM se hubiera llenado de personas que querían votar, supuestamente atraídas por la promesa de trabajo a cambio de votos, según la fiscal.
El cepemista también sostuvo que no se elaboraron bases de datos con los nombres de las personas que votaron por correo a la coalición CpM-PSOE para, supuestamente, adjudicar posteriormente los puestos en los planes de empleo. “Es la primera vez que escucho lo de estas listas”, manifestó.
Según hizo hincapié el fundador de CpM, era la Delegación del Gobierno la que tenía en su mano la asignación de los trabajos públicos. “¿Cómo voy a pegar un tiro si no tengo pistolas?”, incidió Aberchán. Por otra parte, aclaró a la fiscal que aquellos puestos denominados como nominativos no eran asignados a dedo, si no que iban a parar a personas que formaran parte de grupos en riesgo de exclusión. Al respecto, indicó que su acusación implicaría a más de 50 funcionarios.
El presidente de CpM también negó que hubiera acudido a la sede de Correos para entregar sobres con votos. En este sentido, manifestó que la pregunta de la fiscal parecía dejar ver que él hubiera acudido a “atracar” dicho establecimiento “por la noche”, haciendo evidente su enfado ante la acusación.
Gran perjuicio
El presidente de CpM insistió en que el caso del ‘Voto por correo’ ha causado un gran daño durante mucho tiempo a su persona, a su formación política y a miembros de su familia, ya que su mujer y su hija también se encuentran encausadas. Según lamentó, la acusación está sustentada en la declaración de Nordin Abdel-Lah, también procesado, a pesar de que éste había cambiado su relato en numerosas ocasiones.
La fiscal a Aberchán: “Limítese a responder o no, pero deje de hacer consideraciones”
La representante del Ministerio Fiscal en la causa del ‘Voto por correo’, María Isabel Martín, quien también ostenta el cargo de fiscal jefe de Melilla, llegó a pedir a Mustafa de Aberchán que se limitara a responder o no a las preguntas que le planteaba, evitando hacer consideraciones sobre las mismas. “No le voy a permitir que me cuestione el interrogatorio”, advirtió al procesado. Martín saltó de esta manera después de que el cepemista hubiera dicho que le parecía “una barbaridad” que le preguntara si funcionarios de Correos llevaron solicitudes de votos a la sede de CpM. El presidente del Tribunal, Federico Morales, tuvo que intervenir en más de una ocasión para evitar que el procedimiento se dilatase más de lo debido a causa de los enfrentamientos. “Usted puede manifestar su disgusto por las preguntas, pero si discuten me obliga a interrumpir”, señaló el magistrado al presidente de CpM. La fiscal, por su parte, aclaró que su intención no era la de iniciar ninguna discusión. Martín reclama para Aberchán 21 años de prisión, 31 de inhabilitación especial para el empleo público y multas que superan la cantidad de 576.000 euros.
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