El presidente de la Comisión Islámica de Melilla (CIM), Abdeselam Mohamed, explicó a El Faro que este mes sagrado de Ramadán es muy diferente al de vivido hace dos años, cuando los musulmanes celebraban la ruptura del ayuno rodeados de familia y amigos. Sin embargo, cree que este año al menos se puede salir a comprar sin tanto miedo como el pasado y hacer cuatro de los cinco rezos en las mezquitas de la ciudad, que están abiertas. El Ramadán de 2020 fue penoso al estar todo cerrado y todos los ciudadanos encerrados en sus casas. Y aunque este año haya ganas de ir a visitar a familiares y amigos, pide precaución a los ciudadanos y les recuerda que para cumplir de verdad con el ayuno, hay que seguir las normas, entre ellas, las que permiten evitar los contagios de Covid-19.
–Un año más Ramadán vuelve a estar en una fecha en la que hay muchas restricciones por la Covid-19. ¿Cómo se va a vivir este mes sagrado?
–Es diferente. Es cierto. Pero si comparamos el año 2020 con éste ahora estamos mucho mejor. El año pasado estábamos confinados al 100%. No teníamos información sobre la Covid-19... Ahora sí conocemos a lo que nos enfrentamos y lo podemos combatir. Como se dice comúnmente, podemos llorar con un ojo, porque todas las mezquitas están abiertas y el año pasado no podíamos salir de la casa. Además, llevamos un año luchando contra el virus y poniendo las medidas que nos dicen para evitar contagios.
–¿Cómo se están organizando los rezos en las mezquitas? ¿Hay mucha afluencia a pesar de que el rezo de por la noche no se puede realizar al estar la ciudad con un toque de queda a las 22:00 horas?
–Con esta pandemia los organizadores de las mezquitas han hecho un gran y buen trabajo. Han tomado todas las precauciones en estos meses para evitar contagios en el interior de los templos. Y ahora con Ramadán, es cierto que el rezo más importante y el que más se disfruta es el de las noche. Este año lamentablemente no podemos hacerlo en la mezquita, pero el resto sí lo podemos hacer en los templos. Lo cierto es que es doloroso afrontar esta situación porque nos gustaría acudir a las mezquitas para este rezo. Pero no nos queda otra que hacer las cosas como marcan las autoridades para evitar que tenga consecuencias peores en esta pandemia.
–¿Necesitan más ayuda en las mezquitas para controlar el aforo en estos días?
–Verá los encargados de las mezquitas están haciendo una labor muy muy buena. Cumplen con el aforo porque están los sitos separados para las personas que van a rezar no se puedan contagiar; hay una limpieza aún mayor, como dos veces al día... La idea es que en los templos no haya nada malo que pueda afectar a la ciudadanía. Se están cumpliendo todas las medidas.
–¿Qué acciones tiene que cumplir una persona en Ramadán?
–Durante este mes realizamos el ayuno de comida y bebida. Pero un musulmán para cumplir al 100% con el ayuno, no solo no tiene que comer durante el día, sino que tiene que hacer muchas más cosas a nivel espiritual en su vida cotidiana.
En este mes hay que cumplir con los rezos en sus horas y no se puede entrar en discusiones con otras personas cuando puede ser perjudiciales para el prójimo. Tampoco se puede criticar a otras personas o hablar mal de ellas. Yo no soy muy entendido en el Islam, pero todas estas acciones hay que cumplirlas para que Dios acepte el ayuno.
–La solidaridad es importante en este mes, aunque debería formar parte de la vida de todos a diario.
–Por supuesto. Es un factor muy destacado de este mes porque es un tiempo en el que debemos hacer acciones buenas. De hecho, todas éstas se van a ver recompensadas de forma mayor. Todas las acciones buenas que se hagan estarán muy bien compensadas y, por lo tanto, hay que hacer muchas.
–¿Qué significa el Ramadán a nivel espiritual?
–Pues es algo que no se puede expresar. Cada persona lo siente de una manera particular en su interior. En mi caso, siendo paz. También me siento más relajado y, sobre todo, consciente de que lo que haces a diario y de cómo te comportas porque debes dar lo mejor de ti. Son muchos días de reflexión y es difícil expresar con palabras.
–¿Qué consejos están dando desde la CIM a los musulmanes de nuestra ciudad? La ruptura del ayuno siempre se hace en familia y con amigos y lo habitual es ir de visita para disfrutar de las personas queridas. Pero este año no se podrá vivir así.
–El Ramadán se vive en familia. Todos hacemos visitas a nuestros familiares y amigos. Además, por la noche se vive de forma larga. Lamentablemente no podemos hacerlo debido a la pandemia.
Pero quiero mandar un mensaje a todos los musulmanes de Melilla y es que cumplan con todas las normas. Les pido que cumplan con todas las restricciones al 100% porque en el Islam se indica que tenemos que proceder así, siguiendo las normas.
Si cumplimos con las obligaciones, cumplimos con lo que se nos marca y tendremos una compensación. Es incompatible incumplir las leyes que hay con hacer bien el Ramadán. Las dos cosas van unidas. Llevar a cabo las restricciones es hacer bien el ayuno y Alá lo aceptará.
–Ha podido entrevistarse con el presidente de la Ciudad y otros miembros del Gobierno local este miércoles. ¿Qué tal fue la reunión? ¿Qué temas abordaron?
–Pues tratamos varios temas con el presidente de la Ciudad. En primer lugar, hablamos sobre el cementerio musulmán. Se van a hacer una serie de mejoras que hemos solicitado. También le hemos llevado una denuncia de los vecinos que viven junto a la incineradora. Nos han comentado que caen cenizas en sus hogares.
Además, habíamos realizado una solicitud para que se retrasara el toque de queda a las 23:00 horas en este mes de Ramadán. Pero el presidente nos ha dado todas las explicaciones que justifican que no se pueda modificar esta hora y nosotros hemos salido satisfechos de la reunión.
No es el momento de ampliar el horario y está justificado no hacerlo. Hay sectores dentro de la entidad a las que ha decepcionado que no se pueda llevar a acabo el rezo de la noche en las mezquitas y se podría haber hecho si se hubiera retrasado el toque de queda.
Sin embargo, otros se han alegrado de se mantenga esta restricción horaria porque creen que puede ser más difícil de controlar los aforos y que se cumplen las normas en un rezo al que acuden mucha más personas, como es el de la noche. Se precisarían de más voluntarios... Y al final lo importante es proteger a las personas que acuden a las mezquitas y cumplir con las normas.
–Fue en agosto de 2020 cuando se le escogió como presidente de la CIM. Imagino que todos los planes que se había previsto se han desvanecido por la llegada de la pandemia.
–Pues sí. Teníamos unos objetivos, reuniones y acciones que debido a la Covid-19 no se han podido realizar. Pero sí que hemos avanzado en otros sentidos. De esta forma, hemos atendido a todas las mezquitas, las hemos organizado y hemos buscado o conseguido las demandas que tenían. Esta labor nos lleva mucho tiempo. Hay muchas familias que han necesitado ayuda de sus templos y las mezquitas tienen que estar abiertas todas las horas del día para asistirlas y para ofrecer el espacio donde rezar cinco veces al día.
Al menos estamos muy satisfechos de que todas las mezquitas puedan cumplir con las restricciones de seguridad y sanidad que hay hoy en día.
–¿Hay alguna actividad que no haya podido realizar y se haya quedado con una espinita?
–Sí, la verdad que sí. Cuando hice mis primeras declaraciones como presidente de la CIM dije que estaba de paso. La idea era regenerar la comisión y echarla a andar. Pero este objetivo no se va a cumplir ni en los seis meses ni en el año que prometí por culpa de la pandemia. Ésta es la espinita que tengo. Poco a poco lo estamos consiguiendo, pero no en el tiempo que yo había programado de esos seis meses o un año. Será un poco más.
–¿Hasta que no cumpla ese objetivo de reformar la CIM permanecerá en la presidencia?
–Creo que estoy ligado a echar a andar la CIM. El objetivo es regenerarla y democratizarla. Hay que buscar también a la persona idónea de presidente, es decir, alguien que tenga un gran conocimiento del Islam. Yo lo que sí puedo hacer en este tiempo es buscar el consenso. Ésa es mi misión y lo que me motivó para entrar en la presidencia. Busco el consenso y para ello hay que ir modificando cosas y mejorando la institución. Lo que quiere la gente es una nueva CIM y en eso estoy.
–¿Van a desarrollar algunas actividades en estas semanas?
–Pues hemos presentado con la consejera de Cultura, Elena Fernández Treviño, una serie de actividades. Algunas de ellas se emitirán en la televisión y hay otras que están enfocadas para los niños. En este sentido, estamos haciendo acciones, aunque siempre cumpliendo las normas de seguridad. El programa de actividades es muy amplio. Se van a abordar cuestiones como la mujer, cómo vivir el Ramadán en casa... Y también habrá acciones de cara a los más pequeños de la casa.
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