Sociedad

El Carrillo/Abderrahim Mohamed: “La superstición parte de inseguridades y miedos, la fe te alivia y te da seguridad contigo”

Abderrahim Mohamed Hammu (16 de marzo de 1970) Está casado y tiene 3 hijos.

Es diplomado en Educación Social y tiene l máster universitario en Formación del Profesorado. Explica que tiene niveles avanzados en los idiomas de Francés y Árabe reconocidos por la EOI y el CUID. Tiene experiencia en impartir clases formativas y de idiomas y ha sido ponente y conferenciante sobre aspectos educativos. También tiene experiencia acreditada en traducción e interpretación. Ha sido becado dos veces por proyectos de investigación. Aunque los melillenses le conocen por ser diputado durante en tres legislaturas y ahora por su puesto como viceconsejero del Menor y Familia. También ha sido formador y orientador familiar y educativo; desarrollador de programación de intervención social; gestor de proyectos y de equipos. El viceconsejero destaca que habla cuatro idiomas y experiencia asociativa con más de 25 años. Asimismo, lleva más de 20 años como profesional en centros de protección de menores; es colaborador en proyectos y encuentros universitarios y también ha sido traductor de textos en la revista de pensamiento filosófico Atlantis. Nos asegura que está pendiente de publicar un libro.

En cuando a su filosofía de vida: “No lastimar a los demás con lo que me causa dolor a mí mismo”. Explica que se exige mucho a sí mismo y espera poco de los demás.

“Para ser feliz es necesario valorar lo que tenemos y no darle tanta importancia a lo que no tenemos”. De hecho, explica que el secreto de la felicidad no es hacer siempre lo que se quiere, sino querer siempre lo que hace. “El que tiene objetivos realistas en la vida y algo por lo que luchar, estará tan motivado que será capaz de superar los grandes obstáculos con los que podemos encontrarnos a lo largo de nuestras vidas”, continua. Además, subraya que “pensar que no puedes conseguir algo seguramente te impedirá conseguirlo, por el contrario, pensar que estás capacitado para algo y que lograrás lo que te propongas va a ser positivo en tu conducta”.

“Hay un proverbio zen que dice que el obstáculo es el camino. Es una breve frase en la que se expresa una idea también muy sencilla: en los proyectos más importantes no existen atajos”, añade.

–¿Cómo se describiría a nivel personal?

–Un intelectual, educado, abierto a la crítica, responsable de mis actos, respetuoso con el pensamiento ajeno, combativo contra las ideas y actos de rechazo y odio, meditador y creyente.

Pienso como pensaba Yunus Emre, poeta sufí turco y uno de los grandes místicos y el mayor poeta en lengua turca, que reconocía que el odio es nuestro único enemigo. Para nosotros el mundo entero es uno. “No estoy en la tierra para sembrar la guerra ni la enemistad. El amor es la misión y la vocación de toda la vida. Que una única palabra pare la guerra: Ama y sé amado”.

–¿Qué prenda de ropa no falta en su armario?

–Camisas, trajes y corbatas.

–¿Le gusta llevar alguna joya? ¿Tiene algún significado especial?

–La única joya que llevo es el anillo de mi maridaje con mi mujer. Lo llevo desde el día del enlace. No me he despojado del mismo en ningún momento. El llevarlo contiuamente te recuerda tu compromiso y palabra dada a tu pareja de no romper dicho vínculo marital sagrado.

–Expresión melillense que más use o que le llame la atención.

–Hay muchas expresiones que sigo usando por mi condición de melillense, por ejemplo bulla (que hace referencia a ruido), carrillo (para designar a un quiosco o pérgola), hermano (al referirse a una persona afín), iwa, nichan (vocablos amazighes, pero que se han introducido en la dialectología local).

–Un rincón de Melilla del que nunca se aburre de visitar.

–Melilla la Vieja, sus murallas, sus fuertes, sus museos, sus archivos históricos, sus joyas, vasijas y tesoros expuestos, su magnífica vista. Es una joya contar con esta parte de historia que nos recuerda a la antigua Rusadir, a nuestros orígenes, a nuestra legendaria Mritch.

–Su libro favorito. ¿Cuándo leyó el último?

–Como amante de la lectura y asiduo devorador de libros, son tantos que merecen ser citados que destacar unos y olvidarse de otros sería como una amputación de un miembro para dejar otro en un estado de incapacidad o disfunción.

Partiendo de que la lectura es a la mente lo que el ejercicio al cuerpo, animo a los lectores impregnarse de tantas joyas literarias disponibles en nuestras librerías y bibliotecas. En muchas ocasiones encuentro una inefable y deliciosa compañía en los libros en tiempos de hastío y amargura. En los libros podemos hallar frases que nos esperan para darnos un sentido a la existencia, un haz de ánimo, un aliento a seguir luchando ante las adversidades, sosiego para los corazones convulsos.

Mis lecturas son en castellano, en árabe y en francés. Son varios los campos por los que me inclino: filosofía, religión, literatura, historia, lingüística. Sobre mi mesa tengo dos libros que actualmente estoy disfrutando y degustando de su lectura intitulados ‘Abdel-Krim El Jattabi. La lucha por la independencia’ de María Rosa de Madariaga. Y ‘Revelación y presencia divina. Comentario coránico y poesía mística del Sayj Al-Alawi’. El primero me sumerge en la historia que tiene mucho que ver con Melilla y el segundo me hace trasladar a una dimensión metafísica trascendental.

–¿Películas o series? ¿Alguna favorita?

–Generalmente no soy una persona que ve mucha televisión. Ya tenemos una edad que lo dedicamos a cosas más serias y productivas a nivel personal, familiar y social. Si habría que hacer una discriminación entre lo que nos ofrecen los diferentes canales de televisión, yo me inclino más por los programas sobre naturaleza, historia así como los programas de investigación.

–Mi tiempo libre lo dedico a...

–Mi tiempo libre lo dedico a la lectura, a la familia, a tender la mano a entidades sociales, a arreglos en la casa. Y cuando la frontera terrestre entre España y Marruecos estaba abierta, salía todos los fines de semana a disfrutar del entorno y de la naturaleza y meditar sobre lo que nos circunda.

–Un recuerdo de la infancia.

–Mi infancia ha sido muy sentida, vivida y disfrutada. Se disfrutaba más en la calle que ahora con los diferentes juegos e ingeniosidad creativa. Son muchos los recuerdos que puedo destacar en este sentido. Pero, si se me pide uno en concreto, mencionar a este respecto que un día fuimos al río y encontramos herramientas como palas, picos, etc, que decidimos picar un terreno que finalmente la tierra cayó encima de nosotros tal que cogió a uno de nosotros y lo dejó sepultado bajo tierra. Sólo se libró su cabeza. Imaginaros la escena. Eso parecía una película de terror: una cabeza que nos pide auxilio, una cabeza que vocifera y grita.

–Un juguete.

–Yo fui de consolas.

–Su fiesta favorita.

–La festividad del Eid Al-Adha, la fiesta del sacrificio, donde aparte de aplicar el mandato divino de sacrificar un cordero, lo que se siente en ese día son variadas y encontradas emociones: encuentros familiares, visita a enfermos, reconciliación con tus adversarios, oración colectiva, comida comunitaria, la alegría de tus hijos y los niños en general, la comida especial de ese día, los abrazos y reencuentros, compartir deseos, etc.

–¿Cocina? ¿Se le da bien?

–No cocino ni entiendo de cocina, pero reconozco que me gustan los programas y concursos de cocina.

–No puede resistirse a un plato de...

–Un plato de paella.

–¿Qué tarea del hogar no soporta?

–Hacer la lavadora y preparar la comida.

–¿Personaje histórico que le llame la atención?

–Son tantos los personajes en la historia humana que me han llamado la atención. En general siento admiración por todos aquellos que desafiaron a gobernantes corruptos, injustos y/o sanguinarios. En este sentido admiro también a todos los profetas que tuvieron esa valentía para enfrentarse a los dirigentes de la época. El profeta Muhammad sería la cúspide en esta admiración personal tal como reconoce el historiador Michael Hart en su libro sobre los 100, un ranking de las personas más influyentes en la historia. De 100 personajes eligió al profeta como su primer personaje más influyente.

–Si pudiera viajar al pasado, ¿a qué época le gustaría ir?

–Al tiempo del Andalus, a los ocho siglos de tolerancia religiosa, de convivencia pacífica entre culturas y credos, al esplendor de la sabiduría, de la agricultura, de la medicina, de los inventos, de los encuentros intelectuales entre sabios y doctos, al intercambio sapiencial, a aprender de Averroes, de Maimónides, de Avicena, de Abentufail, etc.

–¿Viajaría al futuro?

–No. Me gustaría regresar al pasado remoto, al pasado de los esplendores históricos, de los primeros inventos, de los encuentros e intercambios culturales, del mestizaje intercultural entre credos y pensamientos, del aprendizaje oral.

–¿Es supersticioso?

–Teniendo una fe arraigada en la providencia no cabe la superstición. Ser creyente y supersticioso no compagina, es antagónico. La superstición parte de inseguridades y miedos. La fe te alivia y te da seguridad para contigo mismo.

–¿Se arrepiente de algo?

–Espero no arrepentirme de haberme arrepentido. Un arrepentimiento sincero es el mejor medicamento para curar las enfermedades del alma. En ese sentido deberíamos arrepentirnos continuamente. Uno de los arrepentimientos más grandes de la vida es convertirte en lo que otros quieren que te conviertas, en vez de ser tú mismo.

–¿Cuál es su principal miedo?

–De lo que tengo miedo es del contagio de los miedos de otros. Debemos acostumbrarnos a los continuos miedos que nos acechan. De hecho habría que considerar al miedo como algo connatural en el ser humano prudente y saber vencer dichos miedos es nuestra misión. Hay una frase lapidaria de Marie Curie que nos tendría que animar alejarnos de los miedos. Dice: “Nada en la vida debe ser temido, solamente comprendido. Ahora es el momento de comprender más para temer menos”. Sabias palabras de esta ilustre científica.

–Algo que deteste de usted mismo.

–Con el devenir de los tiempos he aprendido corregirme, tener más perseverancia, por lo que he procurado que toda negatividad y nubarrones sean tornados en positividad y energía removedora y renovadora.

Más que detestar algo tendríamos que hablar de autocorregirse, modificar conductas y actitudes.

–Un lugar de ensueño para ir de vacaciones.

–La mayoría viaja para conocer lugares nuevos; yo viajo para encontrar partes nuevas de mí mismo. El mundo entero es un libro y aquellos que, aun viajando a lugares de ensueño y no sacan provecho del mismo, solo leen una página del mismo. Viajar es mucho más que ver cosas, es un cambio profundo y permanente de las ideas de la vida.

–Si le tocara la lotería…

–Yo creo en el trabajo, en ganar mi sueldo con el sudor de mi frente. De ahí que todos los juegos de azar no entran en mi vocabulario. Pero si por cualquier motivo tuviera tanto dinero lo invertiría sin pensarlo en niños y niñas que se han quedado huérfanos.

–Un chiste.

–Cariño, creo que estás obsesionado con el fútbol y me haces falta.

-¿Qué falta? ¿Qué falta? ¡Si no te he tocado!

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