El presidente de la Ciudad Autónoma, Eduardo de Castro, mostró ayer preocupación por la paralización de las subvenciones nominativas que venía recibiendo Melilla en diversos conceptos. Una pérdida que supondría un quebranto de casi 15 millones de euros para las cuentas de la CAM.
Las distintas formaciones políticas han comenzado ya a pronunciarse y, aunque se ha intentado de alguna manera arrimar el ascua a su sardina, en definitiva también han exigido al Gobierno de Pedro Sánchez que responda a nuestra ciudad con las obligaciones que están incluidas en los Presupuestos Generales del Estado.
Está muy claro que se está luchando contra el tiempo porque si no se encuentra una solución antes del 31 de diciembre no solamente se dejará de recibir ese dinero este año sino que tampoco en los Presupuestos del 2020 se podrán incluir porque no lo permitiría la Intervención de la Ciudad Autónoma.
En este caso no le quedaría otra fórmula al Gobierno de De Castro que reajustar sus cuentas y reducirlas en esa cantidad para cuadrar dentro de las propias exigencias de la estabilidad presupuestaria.
Aún quien tiene mucho que decir es el PSOE, porque forma parte del Ejecutivo local y porque, en definitiva, es el partido en el Gobierno central y tiene la obligación de presionar a Madrid todo lo posible, al igual que la misma Delegación del Gobierno porque lo que no puede ocurrir es que Melilla salga perjudicada una vez más.
Es momento de que todas las formaciones políticas de la ciudad dejen a un lado sus diferencias, presenten un frente común y remen en la misma dirección para reivindicar los que es justo para Melilla.