A más del 80% de las familias les gustaría jugar más en su día a día, según los resultados de una encuesta. En Melilla, muchas familias consideran que pasan menos tiempo del que les gustaría jugando. El Faro ha salido a la calle para comprobar si los melillenses juegan mucho en familia.
Este agosto se ha celebrado el primer Día Mundial del Juego, organizado por la famosa empresa juguetera LEGO, que ha celebrado este mes su 90 aniversario. Para conmemorar estas nueve décadas ha organizado una jornada de eventos a nivel mundial, con el objetivo de animar a las familias a jugar más.
El estudio realizado por esta empresa de juguetes, LEGO Play Well, encuestó a 55.000 padres y niños de 30 países diferentes y descubrió que, si bien el juego cambia la vida y acerca a las personas, en el mundo actual las familias tienen dificultades para priorizarlo.
"Siempre es poco tiempo", comentó Rosa. Esta melillense cree que pasa poco tiempo jugando con sus hijos y le gustaría poder hacerlo más.
Victor y Minerva, sus hijos, también desearían que sus padres jugaran más en familia. Sus juegos favoritos son los de la Nintendo Switch, comentaron. Entre los videojuegos que más usan están el Animal Crossing o el Mario Kart. Victor dijo que cree que es porque les falta un mando más de la consola para que su madre pueda jugar con él.
Durante el verano, es la época en la que más lo hacen en familia. "Porque no hay cole", respondió este pequeño. Así que tienen mucho más tiempo para poder hacer lo que les gusta.
Precisamente, el propietario de una de las jugueterías de Melilla, Juan Carlos Rodriguez, explicó a El Faro que ahora los niños buscan más videojuegos que otro tipo de entretenimiento. A diferencia que en épocas pasadas. "Los niños se quedan tontos con las pantallas", comentó. Aunque cree que la culpa no es de los niños sino de los padres.
Algo en lo que sí coincide es que en verano vende muchos más juguetes que en otras épocas. Lo más buscados son los juegos de mesa como el Cluedo o el Trivial. Aunque si hay un rey de los juegos de mesa, ese es el Monopoly, tanto el clásico como todas las versiones que han salido posteriormente.
Durante los meses posteriores a la salida del confinamiento, este juguetero afirma que hubo un boom de los juegos en general, y en particular, de los juegos de mesa.
Los padres tenían mucho más tiempo para jugar con sus hijos, después de un largo tiempo encerrados en sus casas, donde la mayoría aprovecharon para pasar tiempo juntos y afianzar los lazos que los unen, haciendo de lo poco que se podía hacer, jugar.
Casi todos los padres que participaron en esta encuesta de LEGO afirmaron que el juego ayuda a los niños a desarrollar distintas habilidades para toda la vida.
Entre ellas, y las más nombrada por la mayoría (95%), es la felicidad. "El juego hace más feliz a toda la familia, crea vínculos familiares más fuertes y mejora su bienestar", explican desde esta empresa.
A la felicidad, le sigue el poder de la creatividad, que seleccionaron el 93% de los encuestados. Precisamente esta es una de las habilidades que nombró Vaitiare.
Esta melillense y su hija Andrea, juegan menos de lo que les gustaría juntas. "No jugamos juntas lo suficiente", comentó Vaitiare. Aun así, ella intenta pasar todo el tiempo que puede con Andrea, ya que piensa que jugar en familia ayuda a estimular diferentes habilidades y mejora la capacidad de desarrollo de los niños.
"Jugar favorece la creatividad, la imaginación, el sentimiento de equipo" y, lo más importante para ella, "mejora el autoestima de los niños", comentó esta madre. Jugar a las casitas, es lo que más le gusta a su hija Andrea. Este juego, dijo, favorece la creatividad, además de otros como jugar a las heladerías o los salones de estética.
Andrea, es todavía muy pequeña y explicó a El Faro que a ella le encanta cuando sus padres y su abuela juegan con ellas, y que le gustaría que lo hicieran muchas más veces. Su abuela Angelines, comentó que a su nieta le encanta maquillarse y pintar, y que esto hace que Andrea favorezca la imaginación.
Angelines, cree que los padres de Andrea pasan demasiado tiempo trabajando y haciendo las tareas de la casa y que por eso no juegan lo suficiente o no lo que a ellos les gustaría.
Otras destrezas que favorecen jugar en familia, y que quedaron juntas en tercera posición, fueron la comunicación y la capacidad de resolver problemas, con el 92% de las respuestas.
Esta habilidad fue la mencionada por Nacho. Este padre melillense cree que jugar en familia, ya sea con juegos de mesa o con actividades físicas, favorece el trabajo en equipo y la confianza en otras personas.
A pesar de que los juegos tienen muchos beneficios en los más pequeños, la mayoría de las familias sienten que no pueden pasar estos ratos con sus hijos y pierden la oportunidad de hacerlo cuando son pequeños. En el caso de los niños, la mayoría, el 82% de los encuestados por LEGO, desearían poder jugar más.
En cuanto a los padres, un tercio de los que han participado, el 34%, sienten que su familia no juega lo suficiente, al igual que la mayoría de padres encuestados por El Faro.
Aunque la mayoría de las veces les gustaría poder jugar, bien es cierto que el ritmo frenético de la vida en la actualidad, a veces no permite dejar tiempo para las cosas verdaderamente importantes, como pasar tiempo en familia y jugar con los más pequeños de la casa.
El informe de esta empresa juguetera, achaca pasar menos tiempo jugando a varios factores. El más repetido por las familias que han participado en la encuesta de LEGO es la falta de tiempo en general. El 32% de estos creen que es el principal obstáculo para el juego en familia.
El segundo problema que más culpan estos padres de diferentes países son las largas jornadas de trabajo de los progenitores. El 31% de los padres piensan que trabajan demasiado y cuando llegan a casa tienen que hacer frente a otras responsabilidades, olvidando dejar un tiempo a jugar.
Esto lo sabe muy bien María del Carmen. Cuando sus hijos eran pequeños, el que trabajaba en casa era su marido, así que este tenía poco tiempo para jugar con sus hijos. En cambio, ella salía con sus hijos todos los días.
En la actualidad, dijo, los niños no salen de casa y cuando ella era niña, no entraban en casa. Entiende que Melilla es ahora una ciudad más peligrosa para que los niños puedan estar libremente porque hay más coches y las cosas no son como antes, mencionó. "Según el barrio es más o menos peligroso salir a la calle a jugar", dijo.
Además, ella y su amiga María del Mar, se quejaron de que hay pocas zonas verdes en la ciudad para que los niños puedan jugar tranquilamente. "Como mucho el Parque Hernández o la playa", comentó esta melillense.
Por último, una de las responsabilidades más cotidianas, hacer las tareas domésticas. El 28% respondieron que llevar una casa, hace que se preste menos atención a los juegos en familia. Ir a la compra, cocinar, poner lavadoras o limpiar, quitan tiempo a jugar a juegos de mesa o inventar otros.
Es el caso de Iván. A él le gustaría que sus padres pudieran jugar más con él, pero entiende que necesiten mucho tiempo para hacer tareas de la casa. Iván tiene varios juegos favoritos, entre ellos uno de los más vendidos en algunas jugueterías de la ciudad, el Monopoly.
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