Opinión

A mi querida prima Ana Mari

Quisiera recordar a mi buena y querida prima Ana María Navarro García. El próximo 20 de noviembre será el primer aniversario de su fallecimiento en la capital Navarra de Pamplona. Melillense de nacimiento, pero como tantísimos otros/as, vivió fuera de nuestra querida Melilla. Al casarse con un guardia civil, melillense también (Herminio), marcharon al norte de España por destino de él, si no recuerdo mal, antes de Pamplona estuvieron en una o dos poblaciones cercanas.

El tiempo que vivimos juntos en nuestro barrio del monte María Cristina, creo recordar que 6 años menor que yo, nos teníamos gran cariño las dos familias, su madre Ana (conocida por Ani) hermana de la mía Carmen (conocida por Carmela). Ellos en calle A y nosotros en la perpendicular F, a solo 30 metros de distancia. Siempre recordaré a ambas con mucho cariño, especialmente, por su extraordinario comportamiento y ayuda siempre a mi buena y santa madre. Ella, Carmela, desde que tuve uso de razón la veía y sufría viéndola padeciendo de diferentes enfermedades y de forma especial de sus huesos de columna, caderas y rodillas; un sufrimiento continuo toda su vida hasta que con solo 53 años falleció (D.E.P. las tres).

Siempre la ayudaban tanto en las tareas de casa, como haciéndoles la compra. Todo con mucho cariño y ninguna queja que yo recuerde, además, mi prima con solo 12 o 13 años cuando salía del colegio le faltaba tiempo para preguntar a su tía Carmela, qué quería que hiciera en la casa, polvo, barrer, fregar, etc. Como yo marché de Melilla con 19 años, con ella estuve viviendo hasta los 13 suyos aproximadamente, viéndonos cuando yo bajaba de Manresa en vacaciones. Era muy cariñosa, tenía el ejemplo de su buena madre, el cariño que nos tuvimos los primos era extraordinario en aquellos tiempos de vivencia vecinal en nuestro barrio.

En cierta ocasión después de casados nos visitaron en Manresa un fin de semana, acudieron ella, su esposo y un amigo de este que creo era guardia civil también. Visitamos un pantano cercano a Manresa y allí pasamos el domingo bañándonos, comento esto ya que adjunto una foto de ese día.

Falleció con solo 64 años, pero un cúmulo de enfermedades le acompañaba en los últimos tiempos. Tuvo un hijo, José y dos hijas Mari Carmen y Susana y creo que seis nietos/as. Todos la echan mucho de menos y la recuerdan con mucho cariño, menciono especialmente a su guapa y buena hija Susana (muy parecida a ella cuando joven) ya que fue con ella con la que convivió más y con sus hijos.

Querida prima Ana, como te llamaban en tus últimos tiempos, el próximo día 20 se cumplirá ese año cuando nos dejaste, que sepas que te seguimos queriendo y añorando siempre. Allá arriba en el cielo, donde seguro estarás, que Dios te tenga en su gloria. Has sido una gran hija, sobrina, esposa, madre, abuela y prima. Besos al cielo.

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