EL viceconsejero de Festejos, Francisco Díaz, anunció ayer que David Bustamante actuará en la ciudad. La noticia la adelantó El Faro el 18 de enero. Entonces se barajaba como posible fecha de los conciertos el mes de marzo. Al día siguiente, el 19 de enero, la Viceconsejería señaló que el nombre del cantante formaba parte de una lista de artistas con los que estaban en conversaciones, pero no se atrevió a desmentir la información de El Faro. Ayer el viceconsejero Francisco Díaz finalmente confirmó la noticia adelantada por este periódico casi tres meses antes. También aprovechó la convocatoria a todos los medios de comunicación de la ciudad para asegurar que la Ciudad se había visto obligada a pagar más por la actuación del cantante a raíz de la información de El Faro y sugirió que antes de ofrecer una noticia de este tipo, sería conveniente consultar con su departamento para que no vuelva a ocurrir una cosa así. En total, la actuación del cantante tendrá un coste inicial para la Ciudad Autónoma de 38.000 euros, que recuperará en su mayor parte si el cantante consigue llenar los dos días el Kursaal y todas las entradas se ponen a la venta.
Como es natural en un país democrático, el viceconsejero Francisco Díaz debe entender que en absoluto El Faro le va a consultar ni va a tener en cuenta su opinión sobre la conveniencia de publicar una noticia que afecte a su departamento. El único criterio de este periódico para decidir sobre su difusión será el interés público de la misma y su veracidad. Explicar y asumir políticamente el coste que supone para las arcas de nuestra ciudad traer a un artista de la categoría de Bustamante sólo corresponde a los responsables de la Administración local, en este caso el viceconsejero Francisco Díaz. Él es el único que debe responder ante los melillenses por un gasto inicial de 38.000 euros para traer un cantante de primera fila a una ciudad con los niveles de pobreza como la nuestra y donde se exige a sus residentes, como al resto de españoles, que se aprieten el cinturón.