El Gobierno autonómico sostiene que la entrada masiva de inmigrantes subsaharianos que tuvo lugar en la madrugada del jueves al viernes es la “consecuencia anunciada” de limitar la actuación de los agentes de Guardia Civil a la hora de intervenir en el perímetro fronterizo. Así lo afirmó en la mañana de ayer el vicepresidente del Ejecutivo melillense, Miguel Marín, quien subrayó que se ha producido un “efecto llamada” a causa de que los agentes de la Benemérita no pueden emplear material antidisturbios para repeler los intentos de entrada a través de la valla. Además, no dudó en calificar la última llegada de subsaharianos de “invasión del territorio español”.
El número dos del Gobierno aseguró que las mafias que trafican con seres humanos son conocedoras de que los efectivos del Instituto Armado ya no hacen uso de los medios con los que contaban antes para tratar de impedir los saltos a la valla. “Son elementos que se emplean en cualquier manifestación que se celebre en España, pero no en la valla”, apuntó en alusión al material antidisturbios.
Asimismo, recalcó que si se sigue imponiendo “cautela” a los guardias civiles que trabajan en el perímetro, continuarán entrando “cientos y cientos” de inmigrantes de manera periódica. “La situación en la que se encuentran actualmente las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado es lamentable. No cuentan con los elementos necesario para evitar la invasión del territorio español”, aseveró Marín.
Medidas en marcha
El vicepresidente recordó que la Ciudad Autónoma pidió semanas atrás al Gobierno central que se modifique la Ley de Extranjería, así como el acuerdo hispano marroquí de 1992, para hacer posible la devolución inmediata a Marruecos de los inmigrantes que entren en Melilla violentando la valla fronteriza. “Los cambios normativos son completamente necesarios, tanto para evitar las entradas masivas como para dar seguridad jurídica a los agentes de la Benemérita que trabajan en la valla”, defendió.
Por otro lado, defendió a capa y espada la labor que están realizando los guardias civiles para “defender” el perímetro fronterizo e intentar evitar los saltos masivos de subsaharianos.