Insistió en declarar para exculpar al acusado de llevar 6 kilos de hachís ocultos y salió del juicio detenido. Un joven marroquí, que responde a las iniciales C.E.M., insistió ayer en declarar como testigo en el juicio que se celebró contra un transportista melillense por un delito contra la salud pública. Aseguró ante el juez que fue él la persona que cambió el árbol de transmisión de una furgoneta en las inmediaciones de la frontera de Beni Enzar, colocando en el interior de las barras 6 kilos de hachís. C. E. M. afirmó haber escondido en ese lugar la droga que después fue interceptada en el puerto comercial por la Guardia Civil, pero la declaración del testigo no convenció al juez de su veracidad, dadas las incoherencias de la misma, y fue detenido por dos agentes de la Guardia Civil en la misma sala de juicios. Ahora está acusado de un delito de falso testimonio.
Por su parte, el acusado, A.B., insistió en que desconocía completamente la existencia de la droga en su vehículo con el que el pasado 24 de septiembre pretendía embarcar con destino a Motril. Su objetivo era llegar a Alemania con fruta y chatarra, aunque en otras ocasiones también transportaba muebles y otras mercancías.
Explicó que todas las noches dejaba su furgoneta en las inmediaciones de la frontera y dijo creer que alguien manipuló su vehículo durante la noche para meter la droga. El acusado afirmó que entre el gremio de transportistas en la frontera era sabido que en septiembre del año pasado iba a viajar a Alemania, por lo que dijo que es muy factible que alguien se aprovechara de esta información para introducir el hachís en su furgoneta.
Sin embargo, la declaración del supuesto autor de la ocultación de la droga fue “incoherente”, como destacó la fiscal en sus conclusiones. Una de ellas, la más llamativa fue el hecho de que el objetivo de C.E.M. fuera que la droga llegara a Bélgica y no a Alemania que es a donde se dirigía el acusado.
Por otra parte, el guardia civil que intervino la droga afirmó que una persona sola no habría podido desmontar el árbol de transmisión de la furgoneta y mucho menos tumbado en el suelo, sin la ayuda de un elevador. Además, el cambio completo de esta pieza, dadas sus características, requiere varias horas de dedicación.