Cañavate dice que el uso de microbuses es una buena idea, pero requiere una fuerte inversión.
El Plan de Movilidad está en marcha. Casi dos años después de que se pusiera en marcha esta iniciativa, una de las apuestas del actual Gobierno de Melilla, el proyecto empieza a coger forma. Hace unos meses la Consejería de Seguridad Ciudadana, que ha encabezado este estudio, y el urbanista encargado de la elaboración del mismo, José Luís Cañavate, presentaban un diagnóstico de la situación de la movilidad en Melilla. Los problemas más importantes eran el poco uso del transporte público, el abuso del vehículo privado y la escasez de zonas verdes, entre otros. Tras este diagnóstico, llega el momento de ponerse en marcha y lograr que las iniciativas que se recogen en el texto se adapten a la realidad de la ciudad y sean una realidad. Con este objetivo se celebró ayer la primera de cinco reuniones en las que se analizará de forma pormenorizada el plan y se escuchará a asociaciones, partidos políticos y personas individuales para lograr que el plan de movilidad sea un proyecto de todos. El transporte urbano fue el tema que centró el debate ayer.
El urbanista José Luis Cañavate explicó en declaraciones a El Faro que el objetivo del encuentro celebrado ayer era por un lado presentar a los melilenses lo que se ha hecho hasta ahora y por otro escuchar cómo creen ellos que puede mejorarse el transporte público de nuestra ciudad, cuyo porcentaje de utilización es uno de los más bajos de España, algo que sabe bien la empresa adjudicataria del servicio. Cañavate indicó que una de las primeras medidas que hay que tomar es mejorar las paradas y la información a los usuarios. El urbanista indicó que visualizar el transporte es imprescindible para que los melillenses se animen a utilizarlo y lo vean como una alternativa al coche.
En este punto, el responsable de la elaboración de este plan indicó que es necesario que los usuarios sepan cuál es la frecuencia con la que pasan los autobuses, cuánto tiempo va a tardar en llegar el próximo y dónde están las paradas. “En este tema hay mucho que mejorar en Melilla”, apuntó. Cañavate insistió en que este es el primer paso para que los ciudadanos se animen a subir al autobús.
Las rutas son otro de los puntos que hay que estudiar. Ofrecer a los melillenses rutas que se adapten lo máximo posible a sus posibilidades o crear corredores que permitan que los autobuses puedan realizar sus trayectos en menor tiempo serán claves para el futuro de la movilidad en nuestra ciudad.
En cuanto a la posibilidad que se apuntan desde algunas entidades de que en Melilla se utilicen microbuses en lugar de los actuales vehículos, el urbanista explicó que este proceso, aunque puede ser una buena idea, será largo y costoso. Cañavate precisó, en primer lugar, que hay rutas en las que los autobuses que actualmente realizan el servicio se adaptan perfectamente. En otras, apuntó, si sería conveniente que los vehículos fueran más pequeños. Sin embargo, este cambio necesitaría de una primera inversión inicial para renovar la flota y una segunda, la más complicada según el urbanista, para ampliar la plantilla de conductores. En este sentido, el responsable de la elaboración del Plan de Movilidad aseguró que se trata de un tema que hay que estudiar de forma detenida.
Cañavate apuntó que en cualquier caso lo más importante es que los melillenses tomen conciencia de que el autobús es una alternativa tan buena como otra para desplazarse y señaló que para eso es imprescindible cambiar la imagen que actualmente tiene el transporte público en nuestra ciudad.