Están acusados todos de desorden público y atentado a la autoridad y algunos de tráfico de drogas y tenencia ilícita de armas. Sólo uno evitó la cárcel al pagar 20.000€ de fianza. Uno de los arrestados es el que atacó con una catana al conductor de la COA.
El juez de guardia ordenó ayer el ingreso en prisión para los once detenidos en la mañana del domingo en La Cañada en la denominada ‘Operación Cosaco’ llevada a cabo por la Policía Nacional a raíz de los altercados registrados en el barrio el pasado día 10 y en los que resultaron heridos leves trece agentes de Policía. Todos los detenidos ingresaron en el Centro Penitenciario sin fianza, salvo uno de ellos al que el juez le impuso una fianza de 20.000 euros que pagó en billetes de 500 euros, un dinero que le prestó su primo, según fuentes judiciales consultadas por El Faro. A todos se les imputan diversos delitos, como desorden público y atentado a la autoridad. Algunos de ellos, también están acusados de tráfico de drogas y tenencia ilícita de armas. Uno de los detenidos es el que atacó el pasado 28 de diciembre a un conductor de la COA en La Cañada con una catana y que también ha ingresado en prisión, según indicaron a El Faro fuentes jurídicas.
Los once detenidos por su presunta implicación en los altercados en La Cañada el pasado día 10 prestaron declaración ante el juez más de ocho horas en total. No fue hasta que finalizaron todas las declaraciones, cuando el juez de guardia, Emilio Lamo de Espinosa, decidió sobre el ingreso en prisión o puesta en libertad provisional de todos los arrestados. Finalmente, diez de ellos fueron a la cárcel.
Por la mañana, el delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, y el número dos de la Jefatura Superior de Policía y jefe de Operaciones (UCOT), Javier Nogueroles, ofrecieron detalles sobre la redada policial realizada en la mañana del domingo en La Cañada, en la que se incautaron de 15 kilos de hachís, 135 gramos de cocaína, 20.000 euros en efectivo y numerosas armas blancas.
Bajo la denominación ‘Operación Cosaco’, más de un centenar de agentes, pertenecientes de todas las brigadas de la Jefatura melillense, incluido el refuerzo de medio centenar de policías que llegó la pasada semana a Melilla, entraron en La Cañada y efectuaron once detenciones y nueve registros simultáneos en un organizado dispositivo en el que no se produjeron incidentes reseñables. Tanto El Barkani como Noguerales destacaron ante los medios de comunicación que los vecinos de La Cañada se mostraron “satisfechos” con la intervención policial, pues, según sus impresiones, “se sentían más seguros” con la presencia policial en el barrio.
¿Una organización delictiva?
Noguerales explicó que tres de los once detenidos contaban con antecedentes penales como tráfico de drogas, delitos contra la seguridad vial y robo con intimidación, y estaban reclamados por diferentes Juzgados de Melilla. Además, dijo que los arrestados están relacionados de alguna manera entre sí, lo que hace sospechar que se trate de una organización que, teniendo como “base de operaciones” el barrio de La Cañada podían cometer delitos en otros barrios de Melilla. No obstante, el número dos de la Jefatura Superior puntualizó que la pertenencia de los detenidos a una banda organizada es una calificación que compete “a la autoridad judicial”.
La investigación se inició el mismo día de los altercados registrados en La Cañada. Tal y como informó El Faro en su edición de ayer, gracias a las imágenes tomadas con cámaras fotográficas y videocámaras, los investigadores pudieron “poco a poco” identificar a los cabecillas de los altercados. Fuentes policiales indicaron a este diario que confían en que a través de los detenidos se pueda llegar hasta los autores intelectuales de los disturbios del pasado día 10, en los que resultaron heridos trece agentes de la Policía Nacional.
Noguerales destacó que la decisión de intervenir en La Cañada en la mañana del domingo fue un paso más de la investigación, cuyos “tiempos” han estado marcados por el juez instructor, en este caso, el del Juzgado de Instrucción número 2, Emilio Lamo de Espinosa. “Es el Juzgado el que marca la cronología del dispositivo”, recalcó el segundo jefe de la Jefatura.
La ‘Operación Cosaco’ continúa abierta, por lo que no se descartan más detenciones. Sin embargo, Noguerales afirmó que el dispositivo está “casi finalizado”. A medida que los investigadores conseguían pruebas, éstas eran enviadas al juez instructor. El buen resultado de esta operación, destacó Noguerales, se debe al hecho de que durante los altercados del pasado día 10 el dispositivo fue “exquisito”. “No se buscó el mal mayor”, puntualizó, como podría haber sido la entrada en el barrio y realizar arrestos de los cabecillas, pues considera que “no hay prisa para hacer detenciones”.
Tiroteo del sábado noche
El responsable policial no concretó si los detenidos están relacionados también con el tiroteo que se registró en la madrugada del sábado en la calle principal de La Cañada. Únicamente apuntó que la investigación continúa abierta sobre este suceso. La reyerta tuvo lugar entre dos individuos, que portaban armas de fuego, como ya informó El Faro en su edición del domingo. Uno de ellos fue atendido en el Hospital Comarcal, aunque fuentes consultadas por este diario apuntaron que las lesiones no revestían de gravedad. La Policía Nacional detuvo a una persona por su presunta implicación en la citada pelea.
Gritos durante los traslados a la cárcel
A medida que pasaban las horas en la puerta de los juzgados comenzó a concentrarse un importante número de personas, familiares y amigos de los detenidos, que protagonizaron un tenso enfrentamiento verbal con la Policía Nacional en el momento en el que fueron trasladados los primeros detenidos en dirección al Centro Penitenciario. Según explicaron a El Faro, pasadas las 22:00 horas se escucharon gritos contra los efectivos de la Policía que tuvieron que contener a un grupo de mujeres que quería acercarse a los detenidos. Una de ellas, de avanzada edad, plantó cara a las jóvenes que insultaban a los policías y dijo que ella era consciente de que tiene “un hijo delincuente” y que si había cometido un delito “tiene que pagar por él”. Los últimos cuatro detenidos salieron hacia la prisión sobre las 23:30 horas. Al ser conducidos desde el juzgado al furgón policial, se repitieron los gritos contra los agentes. Esta vez las protestas fueron de menor intensidad.
Prisión para el atracador de la COA con una catana el pasado diciembre
Uno de los 11 detenidos en la denominada ‘Operación Cosaco’ es el supuesto agresor del conductor de la COA, al que atacó con una catana el pasado 28 de diciembre. Ese día, un conductor que cubre la línea de La Cañada fue atacado por un joven con una catana que, sin embargo, no mostró ningún interés por hacerse con la recaudación del día. El impacto del arma rompió el cristal del autobús. Momentos después, llegó la Policía Local a La Cañada y fue recibida con palos y piedras por parte de un grupo de jóvenes que la emprendió contra los agentes y destrozó el coche.
Abdelmalik El Barkani “Esta operación demuestra que no hay ningún barrio o zona de Melilla que esté fuera de la Ley”
El delegado del Gobierno en Melilla, Abdelmalik El Barkani, recalcó la “pulcritud” de la operación policial realizada en La Cañada en la mañana del domingo. En su opinión, la ‘Operación Cosaco’ demuestra que “no existe ninguna zona inviolable ni al margen de la ley” en Melilla. “El derecho a la seguridad de todos los vecinos de Melilla está garantizado, sin perjuicio de dónde vivan. Estamos en un Estado de Derecho donde no puede haber zonas al margen de la Ley”, abundó. En este sentido, agregó que la actuación policial contra el delito “prima por encima de los desafortunados comentarios de quienes han querido utilizar el ritmo de la investigación policial como un arma política y arrojadiza contra esta Delegación del Gobierno”. Por último, El Barkani felicitó a la Jefatura Superior de Policía “por su exitosa actuación y porque ha sido la mejor forma de transmitir a los vecinos de La Cañada y a los melillenses en general que nuestras fuerzas de seguridad son efectivas y que los derechos de todos los melillenses se protegen por igual”.
Por la noche, la Policía Nacional organizó un dispositivo de seguridad en la delegación en prevención de posibles altercados.