Un grupo de unos 100 jóvenes protagoniza un duro enfrentamiento con la Policía Nacional que se prolongó varias horas. Un vecino entregó a los efectivos una bala blindada que halló junto a su coche. Un escudo de la Policía recibió el impacto de una bala.
Un grupo de jóvenes de La Cañada, cerca de un centenar, protagonizó en la tarde de ayer nuevos altercados en la Carretera de Hidum. El enfrentamiento con la Policía Nacional, que desplegó un amplio dispositivo, se prolongó durante varias horas. Al cierre de esta edición, la Delegación del Gobierno informó de que seis agentes habían resultado heridos leves “por pedradas u otros objetos diversos” lanzados por los ‘manifestantes’, cuyo número fue oscilando a lo largo de la tarde–noche de ayer. El Faro confirmó que habían sido ocho los agentes heridos en total. Además, también resultaron heridos dos jóvenes, “uno de ellos por quemaduras causadas por el cóctel molotov que él mismo manipulaba”, según la Delegación. Este joven ingresó en el Hospital Comarcal.
Un día antes, en la noche del jueves había comenzado a difundirse por el barrio la convocatoria de una manifestación el viernes a las 16:00 horas, pero ésta no llegó a producirse y, de hecho, se convirtió en una batalla campal entre los ‘manifestantes’ y la Policía Nacional. “Sólo queremos trabajar”, decían los jóvenes, ataviados con capuchas cubriéndoles el rostro, a los agentes de la Policía mientras lanzaban piedras, cócteles molotov y todo tipo de objetos.
La noche anterior, la Policía había observado en el barrio pintadas anunciando la manifestación. También sabía que había jóvenes haciendo acopio de neumáticos que habitualmente se queman en estas protestas. Asimismo, los agentes tenían constancia de que varios líderes del barrio habían tratado de calmar los ánimos de los jóvenes, pero no lo consiguieron.
Finalmente, los incidentes comenzaron en torno a las 15:00 horas en la Carretera de Hidum, cuando los ‘manifestantes’ cortaron la calle con neumáticos con intención de incendiarlos. No consiguieron su propósito, pues rápidamente llegaron varias patrullas de la Unidad de Prevención y Reacciónn (UPR) de la Policía Nacional y otras de la Policía Local, que cortaron el tráfico en la calle a la altura de la rotonda de la urbanización de Las Palmeras. Los jóvenes se valieron de contenedores de basura para levantar barricadas. Tras éstos se escondían para esquivar las pelotas de goma y demás material antidisturbio que la Policía les lanzaba. La primera barricada se colocó en la Carretera de Hidum justo antes del puente que da acceso a La Cañada. Sin embargo, las Fuerzas de Seguridad consiguieron que los ‘manifestantes’ se replegaran. El grupo, que inicialmente fue de unas 80 personas, según fuentes policiales, se vio dividido en la retirada, dispersándose por las calles del barrio.
Heridos leves y impactos de bala
La Policía continuó utilizando material antidisturbio, mientras que las ‘armas’ de los ‘manifestantes’, ahora entre 30 y 40 jóvenes, se iban endureciendo. De las piedras, que no dejaron de llover en toda la tarde, pasaron a los disparos. Un vecino del barrio entregó a los agentes policiales un casquillo de bala que encontró al lado de su vehículo. Había sido disparado por parte de los jóvenes que se estaban ‘manifestando’. La bala entregada a la Policía Nacional era blindada, un tipo de proyectil que no es utilizado por el Cuerpo, según explicaron a El Faro fuentes policiales. Por otro lado, un policía recibió un impacto de bala de calibre 22 en su escudo antidisturbio y otro, al parecer, recibió un botellazo.
Ahora, el departamento de balística analizará el impacto del proyectil en el escudo para determinar el tipo de arma de fuego utilizada por los ‘manifestantes’.
Testigos presenciales aseguraron a este diario que los jóvenes estaban utilizando escopetas de perdigones contra los policías, que recibieron impactos de balines y cristales triturados. De hecho, un agente de la UPR sufrió heridas leves en la cara a consecuencia del impacto de estos elementos.
Lanzamientos desde los tejados
Cuando los agentes de la UPR consiguieron replegar a los ‘manifestantes’ hasta las viviendas de Huerta Vega, donde se encontraba la tercera barricada levantada con contenedores de basura, algunos de los jóvenes se subieron a los tejados de las casas para, desde la altura, continuar lanzando piedras de considerable tamaño. Una de ellas impactó con tal fuerza contra el escudo protector que portaba un agente de la Policía que literalmente lo destrozó.
Algunos vecinos de La Cañada, que curioseaban desde sus terrazas, gritaban a los Policías alertándoles que entre los jóvenes ‘manifestantes’ había menores de edad.
Otros recriminaban a los policías su presencia en La Cañada y les gritaban que se marcharan del barrio. Parecía que el avance policial había conseguido reducir a los jóvenes protestantes, pero la batalla volvió a coger fuerza.
En ese momento, y solamente habían pasado dos horas desde el inicio de los disturbios, llegó al lugar la Unidad de Intervención Policial (UIP). El lanzamiento de material antidisturbio continuó hasta la caída del sol, mientras los jóvenes, protegidos con artesanales escudos de madera, no dejaron de lanzar piedras, cócteles molotov y todo lo que encontraban a su paso. En algunos momentos de la tarde, además de justificar su acción para reclamar un puesto de trabajo, intentaron amedrentar a los efectivos policiales golpeando los contenedores y los capós de los coches que estaban estacionados en la vía pública.
El enfrentamiento se recrudeció por la noche y se extendió a otros barrios de la zona como ‘Los cuernos’ y en el Monte Mª Cristina se quemaron contenedores. Según pudo saber este diario, al caer la noche los jóvenes cortaron la luz de la vía pública y los jóvenes rociaron la calzada de la calle Pegaso con gasolina. Las llamas alcanzaron gran altura, mientras la Policía continuaba respondiendo con material antidisturbio a los ataques de los ‘manifestantes’.
Abdelmalik El Barkani “La Delegación actuará contra los promotores de los altercados en las proximidades de La Cañada”
El delegado del Gobierno en Melilla, Abdelmalik El Barkani, manifestó ayer su rechazo a la protesta protagonizada por un centenar de jóvenes en La Cañada. “La Delegación actuará contra los promotores de los altercados en las proximidades de La Cañada”, aseguró en una nota de prensa. Además, dijo que se mostrará “firme ante los actos vandálicos y agresiones a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado”.
El Barkani consideró “inadmisible que se intente disfrazar de reivindicación social la actitud agresiva y violenta del centenar de personas, en su mayoría jóvenes y menores que, vienen enfrentándose a los Cuerpos de Seguridad en la Carretera de Hidum y accesos a los barrios de Reina Regente, el Cuerno y Cañada”.
En este sentido, el responsable gubernamental expresó su apoyo a los miembros de la Policía Nacional y Local que estuvieron toda la tarde en el lugar, especialmente a los heridos de los que espera una pronta recuperación.
Los sucesos en La Cañada, en Twitter
Las redes sociales fueron la plataforma para las reacciones ciudadanas y políticas ante los altercados en La Cañada. En Twitter, el portavoz del Gobierno, Daniel Conesa, rechazó el uso de la violencia, que tildó de “terrorismo callejero”. Por su parte, la UFP de Melilla manifestó su apoyo a los agentes de la Policía Nacional y confió en que “no haya que lamentar ninguna desgracia frente a esta protesta desproporcionada y de auténtico terrorismo urbano”.