Casi al finalizar el desembarque del buque que une Melilla con Motril, la Guardia Civil paró el pasado miércoles a un vehículo para realizar el control rutinario. Los agentes preguntaron al conductor si tenía algo que declarar y se identificó como tripulante del ferry de la naviera Armas.
Bajó del coche para abrir el maletero, tal y como le habían solicitado los guardias civiles y en ese momento el can detector de droga se paró en los tobillos del conductor.
En el cacheo los agentes actuantes no solamente encontraron varios paquetes de droga en los pies sino también adosados al torso a modo de faja. El conductor y tripulante de la naviera fue detenido por un delito contra la salud pública. El peso total de la droga fue de tres kilos de hachís, según informó en una nota de prensa la Guardia Civil de Granada.