El padre de Mohamed Amin Mohamed Driss, uno de los fallecidos, dice que los 2 jóvenes sólo paseaban.
El dolor, la impotencia y el cansancio fueron los protagonistas ayer en la puerta del Anatómico Forense de Melilla. Las extrañas circunstancias de la muerte de Abdeslam Ahmed Ali y Mohamed Amin Mohamed Driss el pasado domingo en Punta Negri (Marruecos) provocaron que la tramitación de la repatriación se dilatara más de lo deseado por los familiares, a pesar de las gestiones del Consulado. El padre de Mohamed Driss, propietario de una cafetería de la ciudad, aseguró en la puerta del cementerio que su objetivo es aclarar los hechos. “Mi hijo y su amigo estaban pasando el día allí, nada más. Nos los han quitado”, aseguró el hombre, tranquilo, pero con el rostro roto por el dolor.
El progenitor del joven agradeció el gran esfuerzo del Consulado español en Nador, que en todo momento les ha prestado su apoyo para agilizar los trámites. “Se han portado muy con nosotros”, dijo. Asimismo, subrayó que las autoridades melillenses también les han expresado sus condolencias y han estado en todo momento prestándoles su apoyo.
El hombre señaló que ahora todo están en manos de sus abogados, porque tanto él como la familia del otro fallecido quieren que el nombre de sus hijos quede limpio, después del trágico suceso. El padre de Mohamed Amin aseguró que por el momento no quieren hacer más declaraciones y pidió respeto para despedir a los dos jóvenes, que casi con total seguridad serán enterrados hoy en el cementerio musulmán.
Hay que recordar que los hechos se produjeron el pasado domingo a las 20:20 horas, en Punta Negri, cuando los dos jóvenes fallecidos, que iban a bordo de una embarcación, fueron alcanzados por los disparos de la Marina Real, después de que, según la Gendarmería, se les dieran varios avisos a los que no hicieron caso.
Una vez que las autoridades marroquíes se pusieron en contacto con el Consulado español para darles la noticia, fue el propio cónsul, Pedro Jiménez, el que recibió a los familiares de los dos chicos cuando se trasladaron a Nador. Varios trabajadores del Consulado los acompañaron al anatómico forense para que reconocieran los cadáveres y pudiera realizarse la primera autopsia.
Jiménez aseguró el martes en declaraciones a El Faro que en todo momento habían estado al lado de las familias, que “estaban atravesando momentos muy duros”. El padre del joven fallecido confirmó ayer la colaboración y el buen trato recibido por las autoridades españolas durante los tres días que han permanecido en Nador esperando para poder repatriar los cuerpos de los dos chicos.