Gracias a la ayuda de profesores y alumnos de un colegio pudo pagar la tela de este vestido.
Sonia Hernández es alérgica a la electricidad y a los productos químicos. Ayer agradeció en persona a los profesores y alumnos de un colegio de la ciudad que le donaron el dinero suficiente para comprarse una tela especial. Con ella se ha hecho un traje que la protege de la electricidad. Ahora puede salir de casa sin sufrir dolores fuertes por todo el cuerpo.
Hasta hace unos días, se retorcía cada vez que se acercaba a algún electrodoméstico o cuando salía a la calle. Pero gracias un traje hecho de tela de hilo de plata ahora puede salir de su casa sin tener que vomitar o sufrir fuertes dolores de cabeza al acercarse al coche. Este traje mágico, esta tela que ha obrado el milagro la ha podido conseguir gracias a la solidaridad de un colegio de Melilla.
Nada más llegar al centro fue recibida por el equipo directivo y un grupo de profesores. Todos deseaban ver con sus propios ojos cómo era ese material que la mantiene a salvo de la energía que desprenden los aparatos eléctricos.
Aunque Sonia no pudo entrar en el interior del colegio porque había un motor encendido muy cerca de la recepción y el edificio estaba repleto de objetos que funcionan con electricidad, se quedó en la calle para saludar a todos los que habían hecho posible que ella pueda salir ahora de su casa sin sufrir dolores y vómitos.
Este colegio organizó el pasado año una gala en la que actuó el coro de voces blancas. A través de esta iniciativa recaudó el dinero que sirvió a los padres de Sonia para pagar esta tela. Ha costado cerca de 2.000 euros.
Pero esta chica también deseaba agradecer la implicación de algunos componentes de este colegio con su caso, porque no sólo buscaron la forma de financiar la compra de este material que la aisla de la electricidad, sino que localizaron la empresa que la vendía por Internet. La familia de Sonia asegura que encontrar esta tela fue otra odisea, ya que no se fabrica en cualquier empresa textil.
Los padres de Sonia tienen contacto con otras personas que sufren la misma enfermedad que su hija, electrosensibilidad y sensibilidad química en España. Fue una joven de Madrid la que les habló de esta tela con la que ella se había confeccionado un traje. Esta madrileña les aseguró que le funcionaba y que este vestido le permitía ver la televisión e incluso conducir por la ciudad.
Una cama protegida
Aún quedan unos metros de este material que la familia de Sonia va a utilizar para crear una especie de mosquitera que cubra su cama. De esta forma, evitará que la televisión, el móvil o el ordenador del vecino le provoquen dolores de cabeza. Una vez que tenga esta tela en su cuarto, podrá dormir sin molestias, sin dolores y sin perder el sueño porque alguno de sus vecinos encienda las luces de su casa.
Además, van a comprar dentro de unas semanas, en cuanto reúnan el dinero necesario, un aparato que mide la electricidad. Con este detector en la mano evitará meterse en lugares donde la carga de electricidad sea muy alta y por lo tanto, pueda afectar a su salud.
Ni Sonia ni sus padres pueden creerse aún que este traje la salve de sufrir dolores. El viernes lo probó por primera vez sentándose delante de la televisión. Se vistió con esta tela de hilo de plata y cuando encendió la tele no sufrió dolor alguno. Se emocionó mucho. Hace años que no ve un programa o una serie. Pero las lágrimas aparecieron con más fuerza cuando sintió que podía bajar las escaleras sin vomitar porque el ascensor se estuviera moviendo.
El sábado se acercó hasta la iglesia de El Real para darle las gracias a la Virgen del Carmen por haberle puesto en su camino a los profesores y alumnos de este colegio de Melilla.