CRUZ ROJA, como cualquier otra ONG, sólo puede actuar sobre las consecuencias de un conflicto, tragedia o situación dramática. Al margen de la capacidad económica, organizativa o estructural de estas organizaciones, su principal papel consiste en acudir en auxilio de los más necesitados en cada momento. En este caso van a ser dos centenares de niños de nuestra ciudad que cada día acuden al colegio sin haber recibido una alimentación adecuada. Como no podía ser de otra manera, Cruz Roja ha detectado un problema e inmediatamente se ha puesto manos a la obra para intentar paliar sus consecuencias. Esa es una de las principales características de las ONGs, su rápida capacidad de reacción.
Por el contrario, la actuación sobre las causas de los conflictos, tragedias o situaciones dramáticas no corresponde a estas organizaciones. Es una función de las distintas administraciones analizar el problema y ejecutar la solución que crean más conveniente en cada circunstancia. Al igual que la rapidez es una característica de las ONGS, la parsimonia es la principal particularidad de la Administración. Hasta tal punto es así que organizaciones como Cruz Roja no tendrían ningún sentido sin la lentitud, el sosiego y la templanza de los responsables de turno en los distintos organismos públicos.
Afortunadamente, para esos 200 niños cuyas familias no disponen de medios económicos para alimentarlos convenientemente, en nuestra ciudad hay ONGs como Cruz Roja. Gracias a estas organizaciones la parsimonia de la Administración es menos evidente y las víctimas reciben unos recursos mínimos con los que aguantar mientras nuestros políticos (tanto los del Gobierno como los de la oposición) acuerdan alguna medida y la maquinaria pesada de la burocracia se pone en marcha para tratar de llevarla a cabo.
Nuestros representantes públicos deberían ser conscientes de que las ONGs son la respuesta que nos hemos dado los ciudadanos ante situaciones que la Administración no es capaz de abordar de una manera rápida y eficaz. En este caso se trata de suministrar alimentos a unos niños, un labor que diversos organismos públicos locales o nacionales deberían asumir como propia porque disponen de recursos humanos, medios económicos e infraestructura para llevarla a cabo mejor que cualquier ONG. Sin embargo, hay una importante característica que diferencia a una de estas organizaciones de cualquier institución pública: El entusiasmo y la entrega con los que asumen la labor sus miembros. Gracias a ellos funcionan ONGs como Cruz Roja y reciben ayuda niños como los que ahora tendrán cada día su desayuno en Melilla.