La barriada de Calvo Sotelo está más cerca que nunca de su completo remozado. El Gobierno de Melilla ya ha sacado a licitación el proyecto para el arreglo de la calles Coroneles Lacasa y anexas, las más próximas al Hospital Comarcal. Con la realización de esta obra proyecto, quinta y última fase, la zona quedará completamente arreglada después de varios años de actuaciones para someterla a un profundo lavado de cara.
Las condiciones para la adjudicación de la iniciativa se publicaron ayer en el Boletín Oficial de Melilla (BOME). La Ciudad Autónoma ha establecido el precio inicial de licitación en 598.263 euros y el plazo de ejecución en cuatro meses. Así, todo apunta a que el proyecto estará concluido durante los primeros compases del próximo año.
Las empresas interesadas en presentar sus ofertas tienen un plazo de 26 días naturales para dirigirse a las dependencias del Negociado de Contratación, situado en el Palacio de la Asamblea. El proceso se llevará a cabo por tramitación ordinaria y procedimiento abierto. El único criterio a evaluar será el precio que presenten las constructoras, por lo que es de esperar que se produzca una notable rebaja con respecto al precio inicial de concesión, establecido en 598.263 euros.
Según especifica el BOME, la actuación consiste concretamente en renovar el pavimento y los servicios urbanísticos de las citadas calles, algo similar a lo realizado en las paralelas durante los últimos años.
De cumplirse los plazos establecidos, se logrará el objetivo marcado por el Gobierno local a comienzos de la presente legislatura, cuando calculó que el remozado total del barrio estaría listo para el año 2014.
Macroproyecto de 2,5 millones
En lo referente a las otras fases desarrolladas hasta la fecha, las tareas se han centrado en optimizar las redes de saneamiento, abastecimiento y el alumbrado público del barrio. También se ha instalado fibra óptica, así como la necesaria señalización vial horizontal y vertical.
Además, se ha llevado a cabo una pavimentación totalmente nueva a partir de la demolición del paquete de firme existente, realizando un cajeado para alojar los nuevos pavimentos que, en el caso de las calzadas, están formados por hormigón de 25 centímetros de hormigón en masa.
El Ejecutivo calcula que la inversión total en este barrio ascenderá a los 2,5 millones de euros, cifra aproximada, a falta de conocer por cuánto se licita la última parte del proyecto.
Hay que recordar que todas las fases salieron a adjudicación por precio por encima del medio millón de euros. Sin embargo, las distintas ofertas presentadas por constructoras posibilitaron que se produjeran cuantiosas rebajas. De hecho, la cifra media de concesión está en torno a los 365.000 euros.
La cuarta y penúltima fase se inauguró el pasado mes de abril. Tuvo como lugar de actuación la calle Julio Ruiz de Alda y adyacentes; Alférez Fernández Martín, Alférez Bravo Rueda, Capitán Bravo Pérez y General Moscardó. En la obra se procedió a sustituir las aceras y bordillos existentes mediante un terrazo asentado sobre base de hormigón. Además, se formaron vados peatonales para mejorar la accesibilidad, creando un recorrido que discurre por todas las manzanas en las que se trabajó.