Los especialistas de la Comandancia procedieron a su explosión controlada en Rostrogordo. Un melillense encontró el pasado miércoles 17 un proyectil en los cortados de Aguadú e informó a la Guardia Civil del hallazgo. Los especialistas en la Unidad de Ingenieros (RING) número 8 de Melilla procedieron a la desactivación del artefacto, calificado como “material de guerra”, en Rostrogordo, según informó ayer la Comandancia General de Melilla (Comgemel) en nota de prensa. Los artificieros se hicieron cargo del proyectil, después de que la Guardia Civil lo retirara del acantilado donde fue hallado.
Los agentes del Tebyl del Instituto Armado clasificaron el proyectil como ‘material de guerra’ y se pusieron en contacto con los artificieros del RING número 8 de la Comandancia General para una segunda valoración. Tras su estudio y análisis, el sargento 1º jefe del Equipo EOD (técnico en desactivación de municiones y artefactos improvisados) concluyó que se trataba de un proyectil de calibre 106 mm de carga hueca, por lo que fue trasladado al campo de explosivos de la Comgemel en Rostrogordo, donde se realizaron los trabajos previos de protección para su desactivación y posterior destrucción.
Para desactivar el artefacto se puso en marcha el correspondiente protocolo de seguridad, por el que la Guardia Civil procedió al desalojo de la zona de Aguadú y acordonó la zona de desactivación. Por su parte, una embarcación de la Compañía de Mar de Melilla impidió el acercamiento a la zona de los cortados a las posibles embarcaciones civiles.
Por último, la Comgemel destacó la “acertada actuación” del melillense que encontró el artefacto explosivo, pues no intentó manipular el proyectil en ningún momento y avisó a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (CyFSE), “dando un claro ejemplo de cómo actuar ante este tipo de situaciones”. En este sentido, la Comgemel recordó a la ciudadanía melillense que, en caso de encontrar un proyectil similar en tierra o en el mar, se debe avisar a los CyFSE y no intentar manipular el artefacto por muy deteriorado o inofensivo que parezca.