Agentes de la Guardia Civil localizaron el pasado lunes a ocho inmigrantes ocultos en los huecos naturales de un autobús, según informó la Benemérita en nota de prensa. Los hechos tuvieron lugar a las 18:30 horas del pasado lunes en la frontera de Beni-Enzar, al inspeccionar los guardias civiles de servicio un autobús de matrícula nacional que en esos momentos retornaba a la ciudad procedente de Marruecos.
El conductor del mismo advirtió a los efectivos del Instituto Armado “que le había parecido apreciar un movimiento extraño en el vehículo mientras aguardaba la entrada en Melilla y que temía que alguna persona se hubiese escondido en los bajos”.
A raíz de esta indicación, los agentes registraron dicha parte del autobús de forma manual, localizando a dos personas mayores de edad, que se habían alojado en el hueco de la caja de cambios. Ambas fueron auxiliadas a salir, sin que necesitaran asistencia sanitaria.
Máquina de latidos
Ante este hecho, se sometió el vehículo a la máquina de detección de latidos del corazón, que permitió la localización de otras dos personas en el hueco del motor. La inspección con dicho dispositivo duró una hora, en la que se localizaron de otras cuatro personas ocultas en diversas oquedades naturales, como el sistema de las transmisiones del vehículo.
Todas las personas localizadas se encontraban en buen estado físico, sin lesiones ni otros datos que reseñar en este aspecto. Se trataba de varones, indocumentados, de rasgos magrebies y jóvenes, aunque por su apariencia mayores de edad. Todos fueron entregados al Cuerpo Nacional de Policía para la aplicación de la Ley de Extranjería en la misma frontera.
La colaboración del conductor y la exhaustiva fiscalización del vehículo en todos los lugares descritos resultó determinante para evitar poner en riesgo la integridad física de estas personas, algunas de ellas ocultas en sitios peligrosos que podían haber provocado un desenlace fatal.