EL presupuesto que el Ministerio de Educación ha destinado para becas en Melilla asciende a 626.850 euros el próximo curso. Son 83.270 euros más que hace un año. Que la partida se vea incrementada es una buena noticia para las familias que tienen derecho a esta ayuda. Pero no es suficiente porque el curso pasado se devolvieron cerca de 300.000 euros de una partida de 500.000. Esto representa unas 2.800 becas de 105 euros que no se asignaron en nuestra ciudad, donde el desempleo afecta a cerca de 13.000 personas, unas 12.000 reciben ayudas de la Cruz Roja y 6.000 son beneficiarias de los productos que reparte el Banco de Alimentos.
La Dirección Provincial de Educación tiene por delante un reto más importante que lograr que el Ministerio aumente la cuantía para becas, lo que ya ha conseguido. El objetivo de este curso debe ser que ni una sola de estas 5.970 ayudas de 105 euros cada una vuelva a Madrid. Para ello es importante el apoyo que prestará a las familias el equipo de informáticos que se pondrá a su disposición para tramitar la solicitudes. Bastará esta medida si realmente éste fue el único problema que impidió la asignación de todas ayudas el pasado curso. Será insuficiente si a esas dificultades burocráticas se suma el desconocimiento de la existencia de las becas por parte de los potenciales solicitantes.
En cualquier caso, si la partida no quedara totalmente agotada, no debería volver al Ministerio ni un solo euro. Aunque los presupuestos contemplan que el dinero sólo puede destinarse al fin previsto, en el caso de Melilla esa cantidad debería tener un fin alternativo si no es posible asignarla en su totalidad en forma de becas de 105 euros. Las necesidades en materia educativa que presenta nuestra ciudad y los pobres resultados académicos de nuestros estudiantes en relación al resto del Estado deberían ser suficientes argumentos para reinvertir este dinero.
En Melilla sobran proyectos para emplear adecuadamente la posible cuantía sobrante. En este sentido, merecen una especial atención los programas de refuerzo educativo, una inversión vital para evitar que queden descolgados muchos de nuestros alumnos con especiales dificultades socioeconómicas. Estos niños, a los que ya se presta una especial atención, necesitan todo apoyo extra posible. El futuro de Melilla depende en gran medida de su progreso en el sistema educativo para impedir su exclusión social en el futuro, lo que puede originar una amplia problemática.