Ofrecieron dinero al agente para cruzar la frontera con exceso de mercancía. La Comandancia de la Guardia Civil de Melilla informó ayer de la detención esta semana de dos ciudadanos acusados de un supuesto delito de cohecho, al intentar sobornar a los agentes del Cuerpo destinados en la frontera de Beni Enzar. Ambos ofrecieron dinero a los guardias civiles para cruzar la frontera con una cantidad de mercancía que excedía la permitida para el tránsito de personas. La Comandancia destacó el hecho de que los dos detenidos, un melillense y un holandés, intentaran “corromper la integridad” de los guardias civiles en Beni Enzar e informaron a la ciudadanía de que “todo ofrecimiento de dádivas o presentes a los funcionarios públicos por hacer o dejar de hacer su función” es constitutivo de un delito de cohecho, tipificado en el Código Penal.
El primer caso se produjo el martes pasado, cuando un hombre natural y vecino de Melilla se disponía a cruzar el paso fronterizo de Beni Enzar con su furgoneta de matrícula marroquí. La Guardia Civil comprobó que en la zona de carga transportaba una cantidad de mercancía que excedía lo permitido en el régimen de viajeros. El agente le informó de que en estos casos debe cumplimentar los requisitos aduaneros, al considerar que el volumen de la mercancía, consistente en material de obra y albañilería, “constituía una expedición comercial”.
Una ‘rasquilla’ de 100 euros
Según explica la Comandancia en nota de prensa, este ciudadano aparcó el vehículo en las inmediaciones de la frontera y tras realizar una llamada telefónica volvió a donde estaba el guardia civil y le dijo: “Toma una rasquilla y déjame pasar”, mientras le daba en mano una factura, que no correspondía con la mercancía que transportaba, en cuyo interior había cinco billetes de 20 euros. El agente detuvo inmediatamente al hombre, de 38 años de edad y que responde a las iniciales Y.H.B.
Directamente al bolsillo
La segunda detención se produjo el pasado viernes también en la frontera de Beni Enzar. En este caso, un ciudadano holandés trataba de entrar a Melilla con una cantidad de mercancía que excedía lo permitido, consistente en “dulces de producción marroquí y dos sacos de patatas de unos 150 kilos”, según informó la Guardia Civil.
Los agentes fiscalizaron un turismo de matrícula holandesa en cuyo maletero transportaba estos productos. Le informaron de que debía retornar a Marruecos y cumplimentar los requisitos aduaneros o en su defecto dejar la mercancía en la frontera para su inspección fitosanitaria, por parte de las autoridades españolas, pues se trata de productos comestibles.
El detenido se negó en varias ocasiones a cumplir con las normas que le explicó el guardia civil y sacó de su cartera dos billetes, uno de diez euros y otro de veinte, y se los ofreció al agente de la Benemérita. Tal fue la insistencia de este ciudadano holandés que incluso llegó a introducir los billetes en el bolsillo del pantalón del guardia civil, por lo que fue detenido inmediatamente, según la nota de prensa de la Comandancia melillense. Este ciudadano holandés responde a las iniciales M.B. y tiene 52 años de edad.
Ambas personas ya han pasado a disposición judicial acusadas de un supuesto delito de cohecho, “que se comete al intentar corromper a los funcionarios públicos en el ejercicio de sus funciones”, indicó el Instituto Armado en el comunicado.