El centro de formación despide el periodo lectivo con la entrega de diplomas a 90 alumnos, a los que promoverá para lograr su inserción laboral cuando estrene su nueva Fundación. El Centro de Formación Ágora despidió ayer el curso con la entrega de los diplomas a los 90 alumnos que han pasado durante los últimos meses por sus aulas. El acto, que se celebró durante un almuerzo que compartieron estudiantes y profesores, sirvió también para celebrar que el 95% de ellos ha cumplido los objetivos marcados en el inicio de los distintos programas, centrados en áreas de conocimientos que abarcan desde la Administración de Empresas hasta la Informática, la Docencia o los Servicios Sociales.
El director de Ágora, Hassan Hamed, se dirigió a sus alumnos para agradecerles todo el trabajo desempeñado durante el último año y animarles a que continúen “por el camino del estudio y de la formación porque el futuro puesto de trabajo se lo tiene que labrar cada uno”. Además, confirmó que los perfiles académicos y profesionales de cada estudiante ha sido incorporados a una base de datos con el objetivo de fomentar la inserción del mayor número posible de ellos en el mercado laboral.
Al acto también asistió Antonio Vázquez, director en Melilla del Servicio Público Estatal de Empleo (SPEE), organismo que ha financiado los cursos en colaboración con el Fondo Social Europeo. “Hay que felicitar a Ágora porque es, posiblemente, uno de los mejores centros de formación de Melilla”, destacó. También recomendó a los alumnos que saquen “el máximo provecho de unos programas de calidad” que, recordó, “son sufragados gracias a los impuestos que pagan todos los españoles y que garantizan las políticas activas de empleo”.
Fundado en 1999, el Centro de Formación Ágora es pionero en Melilla en su área de actividad y es, además, el único que cuenta con la doble acreditación ISO 9.000 y 14.000. “Ponemos también al servicio de nuestros alumnos los medios tecnológicos y las herramientas más avanzadas que existen en la actualidad, a la altura cualquier universidad”, destacaba ayer Hamed. El proceso de expansión de la empresa contempla la puesta en marcha, tras el verano, de la Fundación Ágora, que será concebida como “el instrumento para fomentar la empleabilidad de nuestros alumnos”. Para ello, “será dotada de recursos técnicos, humanos y económicos, evitando que se quede en una mera declaración de intenciones”.
Salvo cinco excepciones, la totalidad de los alumnos de este curso han sido jóvenes desempleados que cuentan ahora con un currículum mucho más amplio.
El director de Ágora, Hassan Hamed, se dirigió a sus alumnos para agradecerles todo el trabajo desempeñado durante el último año y animarles a que continúen “por el camino del estudio y de la formación porque el futuro puesto de trabajo se lo tiene que labrar cada uno”. Además, confirmó que los perfiles académicos y profesionales de cada estudiante ha sido incorporados a una base de datos con el objetivo de fomentar la inserción del mayor número posible de ellos en el mercado laboral.
Al acto también asistió Antonio Vázquez, director en Melilla del Servicio Público Estatal de Empleo (SPEE), organismo que ha financiado los cursos en colaboración con el Fondo Social Europeo. “Hay que felicitar a Ágora porque es, posiblemente, uno de los mejores centros de formación de Melilla”, destacó. También recomendó a los alumnos que saquen “el máximo provecho de unos programas de calidad” que, recordó, “son sufragados gracias a los impuestos que pagan todos los españoles y que garantizan las políticas activas de empleo”.
Fundado en 1999, el Centro de Formación Ágora es pionero en Melilla en su área de actividad y es, además, el único que cuenta con la doble acreditación ISO 9.000 y 14.000. “Ponemos también al servicio de nuestros alumnos los medios tecnológicos y las herramientas más avanzadas que existen en la actualidad, a la altura cualquier universidad”, destacaba ayer Hamed. El proceso de expansión de la empresa contempla la puesta en marcha, tras el verano, de la Fundación Ágora, que será concebida como “el instrumento para fomentar la empleabilidad de nuestros alumnos”. Para ello, “será dotada de recursos técnicos, humanos y económicos, evitando que se quede en una mera declaración de intenciones”.
Salvo cinco excepciones, la totalidad de los alumnos de este curso han sido jóvenes desempleados que cuentan ahora con un currículum mucho más amplio.