Los riesgos que conlleva esquivar los compromisos éticos (y legales) en las transacciones empresariales y el nuevo papel que está llamado a desempeñar la Corte Penal Internacional en la persecución de los crímenes más execrables. Ésos fueron los temas centrales de dos de las conferencias que ayer protagonizaron los ponentes de la Jornada ‘Delitos Socioeconómicos. Derecho Penal de la Empresa’ del Máster de Derecho Internacional UE-Marruecos que impulsa la Fundación General UGR-Empresa. Corrieron a cargo de Carlos Aránguez, abogado y profesor titular de Derecho Penal, y Blas Jesús Imbroda, decano del Colegio de Abogados de Melilla. José Manuel Maza, magistrado del Tribunal Supremo, completó el cuadro de ponentes, mientras que el cuarto invitado previsto, Rachid Mohamed, juez sustituto en Ceuta, no pudo asistir finalmente por problemas familiares.
Carlos Aránguez abrió el fuego con una pregunta incisiva: cómo la Fiscalía puede solicitar, en un caso real, hasta cinco años de prisión por un atraco con navaja y sin embargo, con el Código Penal en la mano, la compra-venta de información privilegiada que genere un beneficio superior a los 600.000 euros sólo puede ser castigada con un máximo de cuatro. A partir de ahí, abrió un animado debate en el que desgranó las claves del cohecho entre particulares, un delito quizás desconocido porque se diluye frente a su versión más conocida, la corrupción que salpica a diario los noticiarios pero en la que el sujeto implicado es una institución pública. Un concepto que, a su juicio, tiene ante sí un “futuro de estudio impresionante” porque implica “un cambio de cultura empresarial”.
“Si yo tuviera que cometer un delito me gustaría que fuera éste”, ironizó.¿Por qué? Pues porque a su juicio la legislación española es, de momento, benevolente con este tipo de delitos. Y para argumentarlo se apoyó en los fallos de un sistema, el capitalismo, que ha permitido, como en un caso real que investiga en estos momentos la Fiscalía de Granada, que alguien logre una plusvalía de 7 millones de euros operando con valores en los mercados internacionales entre las 11:00 y las 14:00 horas de un único día. “Alguien está acumulando mucho”, aseguró.
Para ilustrar a qué delito se enfrenta la sociedad, se sirvió de ejemplos. “No hablamos de un caso de corrupción en la Administración, sino del responsable de una empresa de automóviles que tiene que comprar 50 coches y debe optar por cinco marcas. Y, curiosamente, la empresa seleccionada para suministrárselos es la misma que la regala el coche 51 a su hijo. De eso hablamos. Y eso, aunque sea entre particulares, es un delito porque perjudica a un tercero”.
De los nuevos delitos hasta quien se encarga de perseguir los más brutales. Blas Jesús Imbroda reconoció que en su intervención sobre la Corte Penal Internacional se mezclaban dos de sus grandes pasiones: el Derecho Penal y la Historia. Así, trazó un recorrido por la institución con sede en La Haya encargada de perseguir y juzgar, por mandato de Naciones Unidas, los crímenes de guerra, contra la humanidad o genocidios. Se remontó al Tratado de Versalles que puso fin a la Primera Guerra Mundial y viajó a través de los horrores nazis de la Segunda y de los juicios de Nuremberg para llegar a los años 90, cuando toman forma los tribunales que juzgaron los atroces crímenes en los conflictos de Yugoslavia y Ruanda.
Y así hasta llegar a la actual Corte Penal Internacional, que persigue y coloca entre rejas a dictadores como pago por sus atrocidades. Los responsables de masacres en Libia, Mali, Costa de Marfil, Liberia o la República Centroafricana están en su punto de mira en la actualidad. Imbroda aportó incluso su experiencia como redactor de su Código Deontológico.
“Somos pioneros en esta oferta formativa”
José María López Bueno, presidente de la sociedad municipal Promesa, celebró que el Máster de Derecho Internacional Unión Europea-Marruecos, que ayer cerró la tercera de las jornadas que completan su carga académica, convierta a Melilla en “pionera en este tipo de ofertas formativas”. Por su parte, el coordinador del máster, Nicolás Sánchez, destacó en la inauguración el “destacado elenco de ponentes” que formaban el cartel de conferenciantes. La iniciativa, “abierta a la ciudadanía”, ofrece a los profesionales “una ventana abierta” sobre temas que están de actualidad, en especial todo lo vinculado a “aquellos delitos en casos que, pese a estar bien regulados por ley, el delincuente busca ir más allá”