No son dos términos incompatibles. Más bien es todo lo contrario. El ecologismo, la defensa del medio ambiente, es un producto del progreso de nuestra sociedad tanto en el ámbito científico y técnico como en el filosófico y ético. Del mismo modo tampoco podríamos considerarnos un país civilizado que avanza si no fuéramos capaces ni tuviéramos interes en la defensa de las especies que conforman nuestra fauna y flora. Por ello, no tiene ningún sentido la disyuntiva entre la conservación de la riqueza de nuestro litoral y el progreso de nuestra ciudad.
Hoy es posible encontrar respuestas a este reto porque hay interés en buscarlo y porque la tecnología abre un campo de posibilidades cada vez mayor. Esto significa que los ecologistas y la Autoridad Portuaria pueden trabajar de manera conjunta para que las obras de ampliación del puerto tengan el menor impacto medio ambiental. El presidente de esa entidad, Arturo Esteban, aseguró ayer que ya se están buscando soluciones con la ayuda de expertos de la Universidad de Granada. Es posible que éstas llegaran antes y tal vez fueran mejores si los tecnicos del puerto y los de la UGR contaran con la colaboración de los ecologistas. Para ello, los responsables de EQUO deben tomar conciencia de la importancia que tiene este proyecto para el desarrollo de la ciudad, al menos tanto como el que ellos le dan a la defensa de la fauna y flora del litoral, una riqueza medioambiental que pertenece a todos los melillenses, con independencia de la intensidad de su sentimiento ecologista.