Unas doscientas personas participaron en este evento, celebrado en el hotel Melilla Puerto.
Más de doscientos alumnos de Aulas Culturales participaron ayer en la comida de fin de curso organizada en el Melilla Puerto. La consejera de Cultura, Simi Chocrón, la vicepresidenta primera de la mesa de la Asamblea, Cristina Rivas, y la viceconsejera del Mayor, Carmina San Martín, compartieron con los alumnos este acto con el que se cierran las celebraciones del fin de curso.
La directora del centro, Matilde Gómez, explicó que durante este curso se han matriculado unos seiscientos alumnos que han participado en algunas de las actividades que se organizan desde Aulas Culturales.
Gómez apuntó que cada año son más las personas que se matriculan en este centro y señaló que poco a poco están consiguiendo que los hombres también se animen a participar, sobre todo a través de los seminarios. La directora reconoció que la mayoría de los alumnos siguen siendo mujeres, pero que cada vez consiguen que se acerquen más hombres a conocer los cursos que se desarrollan en este centro dependiente de la Consejería de Cultura de la Ciudad Autónoma.
A lo largo de todo el año los alumnos de Aulas Culturales han participado en actividades organizadas por la Ciudad como Melilla en Flor o el Día de la Cruz de Mayo. También han sido protagonistas de un programa de radio o han organizado encuentros para celebrar fechas tan importantes como el Día del Libro.
Asimismo, los alumnos también protagonizaron una exposición de algunos de los trabajos manuales que han realizado en el centro. La elección de miss y míster Aulas Culturales fue otra de las actividades que han formado parte del programa de este año. Además, los mayores también han tenido la oportunidad de visitar algunas de muestras y de pasar por los museos de la ciudad.
Ahora tras nueve meses de trabajo y de buenos ratos junto a sus compañeros de clase, los alumnos tienen sus merecidas vacaciones de verano. En sólo dos meses, estos mayores podrán volver a su actividad habitual en Aulas Culturales, en la que el trabajo de la Consejería y de sus monitores es una de las claves de que el número de alumnos de este centro no haya dejado de crecer desde que empezó a funcionar.