El acusado afirmó que fue su amigo ‘Rabati’ el que robó en el coche y no él. La Policía Nacional encontró huellas dactilares y palmares en la ventana trasera de un vehículo que pertenecían a dos jóvenes, los que supuestamente habían forzado la puerta del vehículo para acceder a su interior y robar en la noche del pasado 30 de abril. La explicación que el principal acusado, A.H., dio en sede judicial fue que sólo ayudó a un amigo suyo, de nombre ‘Rabati’, a abrir el coche, pero que no robó nada de su interior.
Al menos la explicación del acusado, que no compareció en el juicio celebrado esta semana en el Juzgado de lo Penal número 2, coincide con la declaración de uno de los policías que participaron en el atestado.
El agente policial aseguró que la posición en la que se encontraban las huellas encontradas en la luna de una de las puertas traseras del coche en cuestión, permitían concluir que los supuestos autores habían intentado forzar el cierre de la puerta para abrirla y acceder al interior.
El caso quedó visto para sentencia y el acusado, cuyo abogado defensor pidió la libre absolución al no presentarse suficiente prueba de cargo contra su cliente, se enfrenta a una pena de entre uno y tres años por un delito de robo con fuerza en las cosas, recogido en los artículos 238.1 y 240 del Código Penal.