La Asociación de Voluntariado de Mayores organiza una fiesta en el Centro Asistencial como cierre de las actividades que a lo largo de todo este año se han desarrollado.
Los ingredientes de la paella son mundialmente conocidos. Un buen sofrito, el arroz, trocitos de pollo, chocos, almejas y gambas son los elementos esenciales de este plato típico de los hogares españoles. Pero esta paella está aún más rica si se ponen toques de amistad por los lados mientras se echa el caldo y unas pizcas de amor al mover estas grandes sartenes. Y eso es justo lo que hacen las voluntarias que atienden a las personas mayores que viven en el Centro Asistencial. Cada año, para clausurar las actividades organizan una gran fiesta a la que están invitados todos los abuelos de esta entidad. Este año consiguieron reunir a unos 120, todo un récord para estas voluntarias que tuvieron que hacer tres paellas grandes para satisfacer el apetito de tanto participante en la fiesta.
Dispuestos todos en el patio, bajo la sombra de unos toldos, los mayores saborearon unos langostinos muy ricos y unos vasos de gazpacho, que para el calor que apretaba ayer venía muy bien a estos abuelos.
Luego llegaron los platos de arroz servidos por un gran número de mujeres que pertenecen a la Asociación de Voluntariado de Mayores, así como por los trabajadores de los planes de empleo que están destinados en este centro de la ciudad.
La consejera de Bienestar Social y Sanidad, María Antonia Garbín, y la viceconsejera del Mayor, Carmina San Martín, visitaron a estos ancianos y compartieron con ellos un plato de arroz y charla.
Garbín resaltó la gran labor que realizan estas voluntarias en el Centro Asistencial al acompañar, charlar y entretener a los mayores que están residiendo en esta institución.
Las voluntarias aseguraron que no hay nada que agradezcan tanto estas personas que la compañía y que se converse con ellos unos minutos. Resaltan que la actividad que más les gusta a los mayores es salir del centro, tanto con los paseos que hacen en coche como cuando son invitados por la Ciudad en algunas de las actividades que se organizan para toda la ciudadanía. Incluso, hay ocasiones en las que pueden llevarse a un grupo a comer fuera. Destacan que estas horas fuera del Centro Asistencial les da para hablar durante todo el año.
Este grupo de voluntarias animó a los melillenses a ofrecer algo de su tiempo a estas personas, ya que se imparten talleres de manualidades o de canto. “Si tenemos suerte, llegaremos a ser mayores, así que ojito con ello”, afirmó una de las voluntarias.