El policía local cuyo cadáver fue hallado en su domicilio el pasado lunes falleció por causas naturales, según pudo saber ayer El Faro por fuentes policiales. Todo apunta a que la causa exacta de la muerte fue un derrame cerebral. Hay que recordar que el cuerpo fue encontrado con “el cuello roto” y sangre en la boca, aunque sin signos aparentes de violencia, por lo que se descartó casi de inmediato que se pudiera tratar de un crimen o un suicidio. Desde un primer momento, se barajó la posibilidad de un accidente doméstico o motivos naturales. Parece ser que esta última fue la causa de la muerte.
Por otro lado, fuentes de la Consejería de Seguridad Ciudadana detallaron ayer a El Faro que el fallecido era Antonio Avilés, policía local que prestaba servicio en el Palacio de la Asamblea. Varios compañeros suyos consultados por este periódico detallaron que llevaba en el Cuerpo desde hace treinta años, aproximadamente.
Los policías con los que habló ayer El Faro definieron al fallecido como una persona “afable y simpática”, uno de los más veteranos del Cuerpo. Asimismo, apuntaron que “se cuidaba poco” y que atravesaba “ciertos problemas de salud”. Desde hace “cinco o seis años” trabajaba de manera permanente en la puerta del Palacio de la Asamblea, en el control de seguridad.
Hay que recordar que el cuerpo fue hallado el pasado lunes en su domicilio, situado en el número 4 de la calle Lérida, en la barriada de Ataque Seco.