Los camiones usan diversos métodos para colarse y llegar al control fronterizo cuando están de servicio los policías marroquíes con los que tienen tratos l La AUGC lo considera la principal causa de los atascos. A ningún melillense se le escapa que conforme se acerca el verano comienzan a producirse las primeras colas de coches en los pasos fronterizos que separan la ciudad autónoma de Marruecos. Varios son los factores que influyen para que se den estas retenciones de vehículos, como el ir y venir de viajeros del país vecino a la península, que tiene su momento más álgido durante la Operación Paso del Estrecho (OPE), o el creciente número de melillenses que cada fin de semana aprovecha el buen tiempo para hacer una escapada.
Pese a los esfuerzos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para que el tráfico rodado sea lo más fluido posible, labor en la que les apoya la Policía Local encauzando los coches hacia la frontera, en muchas ocasiones su trabajo se ve menoscabado por la presencia de los que se dedican al contrabando entre ambos países.
Según ha podido saber El Faro por la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) de Melilla, las estrategias que utilizan los contrabandistas para pasar la frontera hacia Marruecos con sus productos dificulta en exceso el tránsito del resto de vehículos, provocando que las caravanas de coches se ralenticen.
Beni Enzar y Farhana
Desde la asociación de miembros del Instituto Armado, señalaron a este periódico que el problema afecta por igual a los dos pasos fronterizos con accesos para vehículos: El de Beni Enzar, el que mayor flujo de coches y personas registra a diario, y el de Farhana.
La actividad de los contrabandistas perjudica al resto de vehículos a determinadas horas. Se da el caso de que los que se dedican a esta actividad tienen acuerdos con determinados agentes de las fuerzas policiales de Marruecos para poder pasar los controles fronterizos del país vecino sin tener que declarar mercancía alguna, según la AUGC. Todo ello, con la correspondiente compensación para el funcionario que hace la vista gorda.
Así pues, los camiones que transportan las mercancía de contrabando esperan en los aledaños de los pasos fronterizos a que llegue el cambio de turno correspondiente en el puesto de seguridad marroquí, cuando entrará a trabajar el agente con el que tienen un acuerdo. Llegado el momento, estos vehículos se lanzan a la frontera, no dudando en adelantar al resto de coches en cuanto tienen la más mínima oportunidad. La razón es sencilla: Tienen que llegar al control marroquí antes de que acabe el turno de su enganche.
“Ahora mismo es el principal problemas para que el tráfico hacia Marruecos sea fluido”, denunciaron desde la AUGC de Melilla. “Los camiones del contrabando taponan las colas sin miramientos y no hay forma alguna de poner orden”.
Asimismo, señalaron que cuando el tráfico discurre en dirección a Marruecos, no se suele examinar a estos vehículos en el control español. “Creemos que ni Beni Enzar ni Farhana están adaptadas para el tráfico de mercancías”, aseguraron.
Tácticas para colarse
Los contrabandistas esperan al momento oportuno para cruzar la frontera con sus mercancías. Pero, ¿cómo lo hacen para colarse y llegar al control marroquí antes de que acabe el turno del aduanero con el que tienen un acuerdo? Desde la AUGC detallaron que tienen varias tácticas, en las que siempre salen perdiendo el resto de los conductores.
La más empleada es la de infiltrar un turismo en la cola de coches que van hacia el país vecino. Éste espera pacientemente en la caravana con el resto de vehículos a que llegue la hora convenida, aproximándose lentamente al paso fronterizo. En el momento oportuno, el turismo se queda parado en la cola mientras los coches de delante avanzan, dejando espacio suficiente para que los camiones con objetos de contrabando puedan colarse, ante el enfado y la mirada indignada del resto de conductores.
Poco pueden hacer los agentes de Policía Local que ayudan a que el tráfico fluya ordenadamente para evitar esta situación. Una vez el camión se ha colado, todo se vuelve caótico, principalmente porque el resto de conductores intentan recuperar su plaza como sea, haciendo que el atasco empeore aún más.
Existe una estrategia alternativa a la del turismo infiltrado para saltarse la cola, menos elaborada y más arriesgada para el que la protagoniza. Se trata, sencillamente, de que un peatón se plante ante los vehículos sin moverse o cruce a través de ellos simulando alguna dolencia que le impide andar más rápido. El efecto es exactamente el mismo que con la estrategia anterior: Dejar que se forme espacio suficiente en la cola para que los camiones puedan saltársela.
Aunque el panorama pueda parecer malo, siempre puede ir a peor. ¿Qué ocurre cuando los camiones llegan al control marroquí y descubren que el policía con el que estaban compinchados no se encuentra allí? El resultado es que dan la vuelta hacia España como sea para que sus mercancías no sean requisadas, perjudicando aún más el tráfico de vehículos.
En opinión de los dirigentes de la AUGC consultados por este periódico, el contrabando es ahora mismo el principal impedimento para que las colas de coches avancen fluidamente hacia el país vecino y no dudan en asegurar que la situación irá a peor durante la OPE de este año, que comienza a mediados de junio.