Las pesquisas policiales intentan esclarecer las circunstancias en las que el inmigrante subsahariano rescatado en la tarde del jueves de un doble fondo en un vehículo en El Real burló la seguridad en la frontera de Melilla con Marruecos o si, por el contrario, se encontraba ya en la ciudad y su pretensión era llegar a la península vía marítima, según indicó ayer el delegado del Gobierno en Melilla, Abdelmalik El Barkani.
El responsable gubernamental destacó el hecho de que el inmigrante fuera encontrado gracias a la voz de alarma que dio un ciudadano que escuchó los gritos del inmigrante “encerrado en un ataúd metálico”, como describió el delegado el hueco en el que estaba escondido. “Es el lado oscuro de la inmigración ilegal. Por eso, hay que luchar contra las mafias”, insistió El Barkani. Así mismo, felicitó a las autoridades policiales y Guardia Civil por el rescate del inmigrante y por la detención del propietario del vehículo.