El equipo de ‘Solteros’ estuvo ayer grabando frente a la Legión y cerca del centro de salud de Cabrerizas.
“¡Silencio vamos a grabar! ¡Prevenidos! ¡Acción!”. El sonido de la claqueta marca el inicio de una nueva escena. Pero ocurre algo. “¡Corten!”. Nada más ponerse a rodar hay que parar porque se ha colado un espontáneo en el plano. Bueno, más que un espontáneo es una señora que se dirige al centro de salud de Cabrerizas porque tiene cita con el médico. La pobre pone cara rara. No sabía que nada más girar la esquina se iba a encontrar con un rodaje en plena calle. Pide disculpas y todos se preparan para volver a empezar.
El maquillador retoca a los actores. Su misión es evitar que se vean brillos en las imágenes. Los actores sueltan el cuerpo antes de volver a meterse en el papel y los especialistas vuelven a sus puestos.
Pero instantes antes de que el director haga sonar la claqueta se escucha un sonido muy fuerte. El helicóptero sobrevuela justo por encima de la plaza del centro de salud de Cabrerizas. Todos se resignan. Deben esperar a que pase para evitar que ese ruido impida escuchar bien a los actores.
Estas son sólo dos de las anécdotas del segundo día de rodaje del primer capítulo de ‘Solteros’, la serie que ha abanderado el Instituto de las Culturas.
Driss Deiba es el director de esta producción que se desarrollará varios lugares de Melilla. El jueves por la noche ya estuvieron grabando algunos planos por la noche. La intención del equipo es captar con la cámara todas las escenas que se desarrollan en exteriores para luego meterse en el decorado y no salir de ahí hasta finalizar el capítulo. De esta forma, se ahorran recursos y esfuerzos de todo el equipo técnico y actoral.
Ayer se dedicaron a captar otras escenas de este capítulo piloto que se mostrará a las televisiones nacionales por si les interesara invertir en este proyecto melillense.
La primera parte del rodaje comenzó a las 10:00 en la explanada que hay frente a la Legión. Luego, se dirigieron hasta la plaza del barrio de Cabrerizas en la que está el centro de salud.
Mientras que los actores están metidos en sus papeles, los curiosos del barrio escogen sitio para no perderse ni un detalle de la grabación. Alucinan cuando el director utiliza la claqueta y son los primeros en analizar las correcciones que le hace a los protagonistas de esta escena. Que si deben enfatizar una frase. Que es mejor que muevan las manos, pero en otra dirección. Que expresen más con la cara lo que están diciendo. Son aportaciones que Deiba va realizando a los actores de esta escena para que cuando los melillenses la vean en pantalla no se den cuenta de que son amateurs.
Mi caso personal
Pero hay más anécdotas y curiosidades que se pueden contar de este día de grabación en exteriores. La escena que se filmó ayer trataba de un taxista que, acompañado de su mujer, es entrevistado por un periodista de la televisión local.
Una vecina del barrio, al ver este movimiento en la calle, se acercó a este equipo de grabación y les pidió si también podía contarles “mi caso personal”. Esta mujer pensó que aquella escena era de verdad, es decir, que un periodista estaba hablando de los asuntos del barrio con otro vecino y su esposa. No fue hasta que los técnicos le dijeron que era la grabación de una serie cuando se dio cuenta de que no se estaban recogiendo denuncias ciudadanas.