La primavera ha llegado a Melilla y para dejarlo bien claro los principales parques y plazas de la ciudad se llenaron ayer de flores que dieron una nota de color y alegría a la ciudad. El presidente Juan José Imbroda fue uno de los primeros en admirar algunos de los adornos de ‘Melilla en Flor’, entre los que este año destaca la imponente figura de un buda y un jardín japonés, que ahora mismo se encuentran a la entrada del Parque Hernández, pero que en el futuro estarán de manera permanente en los nuevos accesos del Lobera.
También hay que resaltar la participación de diversos colectivos e instituciones en la confección de los adornos, como los miembros de Aulas para Mayores o los alumnos de los colegios Enrique Soler y Velázquez. Los de este último confeccionaron un pintoresco mosaico compuesto por verduras y frutas.
Imbroda aseguró que el presupuesto para esta iniciativa es mínimo, unos 15.000 euros, entre otras cosas porque buena parte de los ornamentos son ‘reciclados’ de años pasados.
Además, detalló que pueden encontrarse adornos en los parques Hernández, Lobera, Juan Carlos I, en el de La Cañada de Hidum, Las Palmeras e Hipódromo, así como en la rotonda del Puerto Deportivo Noray, en la Plaza de las Culturas, la Plaza de España y cerca de la urbanización Lo Güeno, entre otros rincones.
El presidente reseñó que en ediciones posteriores se incrementará la participación social y subrayó que es una iniciativa ideal para acercar al medio natural a los más jóvenes. “Ha quedado todo muy bello y es un canto a la protección ambiental”, concluyó Imbroda.