El sindicato dice que, desde que abrió, el centro penitenciario ha perdido cerca de treinta funcionarios.
En la cárcel de Melilla se está registrando más de una pelea al día, el módulo de aislamiento está lleno después de muchos años cerrado, hay celdas con hasta cuatro internos y falta personal, según el secretario de organización de Comisiones Obreras (CCOO), Luis Téllez.
Sus afirmaciones contrastan con el panorama tranquilo dibujado por el director de la prisión, Francisco Rebollo, que el pasado viernes aseguró a este periódico que en el centro penitenciario “no hay ningún problema”.
Téllez no quiere entrar en rifirrafes con Rebollo, pero desmiente que la prisión de Melilla tenga cinco funcionarias más de las que debería, como defiende la Dirección. “Instituciones Penitenciarias ha enviado funcionarias mujeres a Melilla porque las que había han pedido el traslado a la península y por encima de todo está el derecho de los internos a que les vigilen personas de su mismo sexo. No sobra personal. Todo lo contrario. Desde su apertura, el centro penitenciario ha perdido treinta funcionarios. El último puesto de trabajo en desaparecer ha sido una plaza de cocinero”, explicó ayer Luis Téllez a El Faro.
De ahí que el secretario de Organización de Comisiones Obreras opine que “existe precariedad laboral en una prisión que se ha vuelto “conflictiva” y para probarlo se pregunta “¿por qué después de tantos años se ha vuelto a abrir el módulo de aislamiento y ahora está lleno?”
Actualmente el centro penitenciario de Melilla tiene una plantilla de 198 trabajadores y ayer alojaba a 348 internos. Según el director de la prisión, todos los reclusos están bien y tienen sus necesidades cubiertas. Al respecto Luis Téllez ironiza: “No están mal. Están vivos y no les falta de comer”.
Asimismo reiteró su oposición frontal a la construcción de un campo de fútbol junto a la cárcel. “Es una barbaridad”, dijo.
La cárcel de Melilla atraviesa una situación compleja
Izquierda Unida destapó el pasado jueves la olla de los truenos cuando denunció la conflictividad, la escasez de personal y la saturación del centro penitenciario de Melilla, que aloja a más del doble de reclusos de su capacidad límite. Aprovechando la visita a la ciudad del diputado nacional del Grupo Mixto Ricardo Sixto, el coordinador de la formación de izquierdas en la ciudad, Rosendo Quero, aseguró en una rueda de prensa convocada en las afueras del centro penitenciario que éste atravesaba una “situación compleja”. Al día siguiente este periódico publicó las declaraciones del director de la prisión, Francisco Rebollo, desmintiendo las denuncias de IU. Según su versión, el centro penitenciario está por debajo de la media de la península en expedientes abiertos a los internos. También dijo que en la cárcel sólo se estaban dando, como siempre, peleas leves entre internos y que agradecía las gestiones de Instituciones Penitenciarias ya que Melilla tiene en plantilla cinco mujeres más de las que debería.