Junto con Navarra, la ciudad fue la única región que se escapó de la tendencia alcista nacional. La Ciudad Autónoma de Melilla y Navarra fueron las únicas regiones españolas en las que ninguna de sus empresas entraron en concurso de acreedores en el primer trimestre del año. Sin embargo, la tendencia nacional fue ascendente, pues el número de procesos concursales registrados se incrementó un 7,2% más que en el último trimestre del año pasado, esto es, 2.725 sociedades empresariales, según los datos publicados ayer por Crédito y Caución.
Se trata de una firma de seguros de crédito, que extrae la cifra de los datos publicados en el Boletín Oficial de Estado (BOE), prevé que las insolvencias judiciales superarán este año la barrera de los 10.000 concursos (antiguas suspensiones de pagos), lo que supondría un máximo histórico.
Madrid, con un incremento del 53%, fue la autonomía en la que más crecieron los concursos, seguido de Asturias, un 22%, Cataluña, un 19% y Galicia, un 12%. En menor medida, las comunidades de Extremadura, La Rioja, Castilla y León yBaleares, experimentaron una subida de menos del 6%.
Por el contrario, Castilla–La Mancha, Cantabria y Murcia fueron las regiones en las que se registraron mayores descensos, un 32%, 24% y un 22%, respectivamente. Seguidas por Canarias y Andalucía que también experimentaron un descenso en las insolvencias del 15% y del 14%, al igual que Aragón, mientras que en la Comunidad Valenciana bajaron un 7,6%.
Por sectores, la concursalidad registra el mayor crecimiento en el sector servicios (22%) y baja en otros tradicionalmente vinculados a la actividad inmobiliaria, como la construcción (–7%), maderas y muebles (–30%) o electricidad (–13%).
Según Crédito y Caución, el perfil de las empresas que entraron en concurso este año es el de una pyme con unos 20 trabajadores y consolidada en su sector, ya que en dos de cada tres casos tiene más de diez años de antigüedad.