El vandalismo en relación a la quema o robo de contenedores de basura ha costado a la Ciudad más de 65.000 euros en menos de un año, según destacó ayer el consejero de Medio Ambiente, José Ángel Pérez Calabuig. Desde que entrara en vigor el nuevo contrato de la limpieza, el pasado 15 de abril de 2012, han sido más de 70 contenedores quemados y otros 20 a los que se les ha robado las cubiertas de aluminio, que se van reponiendo. Pérez Calabuig explicó que hay dos tipos de contenedores, unos metálicos, que cuestan unos 1.000 euros, y otros de plástico cuyo valor ronda los 700 euros.
El consejero puntualizó que, aunque existe un contrato que contempla la reposición de contenedores por parte de la empresa adjudicataria, la Ciudad Autónoma es la que tiene que correr con los gastos en caso de vandalismo.
Por este motivo, el Ejecutivo melillense se ha presentado como parte de la acusación contra el ciudadano detenido hace unas semanas, sorprendido por las autoridades tras quemar ocho contenedores.