Varios hombres, que estaban en el bar del callejón Sadia, increparon a la Virgen. Una familia les pidió respeto y respondieron lanzando vasos. El pánico provocó una pequeña estampida.
Un altercado en el callejón del bar Sadia alteró la tranquilidad del Viernes Santo en la ciudad. Poco después de las 23:30 horas, cuando la Virgen de la Soledad pasaba por la calle López Moreno para realizar su estación de penitencia una discusión en el bar provocó un momento de caos y pánico en la procesión. Según explicó el consejero de Seguridad Ciudadana, Javier Calderón, un grupo de hombres “que había bebido demasiado” increpó a la Virgen a su paso por el callejón. Ante los insultos, una familia que estaba sentada en una mesa cercana les pidió que tuvieran un comportamiento más adecuado y la reacción de los hombres fue tirar varios platos y vasos al suelo. El ruido provocó el pánico entre los cofrades que estaban procesionando en ese momento totalmente a oscuras y se produjo una pequeña estampida en dirección a la calle Castelar.
La confusión se adueñó durante unos minutos de las decenas de personas que se encontraban en las inmediaciones de la calle esperando para ver pasar la procesión. Las versiones de lo sucedido comenzaron a pasar de unos a otros y se escucharon historias que poco tenían que ver con los hechos reales. Unos aseguraban que se estaban lanzando botellas a la Virgen, que la Soledad se había caído en el trono o que había heridos entre los cofrades. Sin embargo, nada de eso sucedió realmente.
La Policía que estaba controlando el paso de la procesión actuó rápidamente. Las luces de López Moreno se encendieron de inmediato y los agentes se dirigieron al bar donde se produjeron los hechos. Allí estaban aún los restos de platos, vasos y botellines rotos. Los policías detuvieron a cuatro hombres jóvenes, todos residentes en Melilla, por desorden público y resistencia a la autoridad. Según explicó el consejero de Seguridad Ciudadana, el lanzamiento de platos provocó un herido leve.
Además, Calderón indicó que hubo varios nazarenos que cayeron al suelo al salir corriendo cuando escucharon a los detenidos lanzar los platos y los botellines. La caída de los cofrades provocó, además, que las tulipas de cristal que llevaban algunas de las velas se rompieran, aunque Calderón insistió en que nadie atacó a los hermanos de la Soledad.
El consejero señaló que, al contrario de lo que ayer se comentaba en algunos foros, los hechos no fueron premeditados, ni era ningún atentado contra la Cofradía o la Virgen de la Soledad. Calderón insistió en que fue un hecho aislado y puntual, que se produjo por la actitud poco respetuosa de un grupo que había bebido más de la cuenta. El consejero destacó la rápida intervención de la Policía y señaló que en pocos minutos la tranquilidad volvió al centro de la ciudad y las procesiones pudieron continuar su recorrido habitual sin que tuviera que lamentarse ningún altercado más.
Como presidente de la Agrupación de Cofradías y miembro de la Soledad, Calderón apuntó que se reunirán mañana para decidir si se personan como parte denunciante contra los cuatro detenidos por los hechos del Viernes Santo.