l Un total de 25 integrantes de la banda del Cautivo se han ofrecido para sacar los tronos del Flagelado, pero aún así desde la Cofradía no saben si serán suficientes.
Las salidas procesionales de la cofradía del Flagelado vuelven a peligrar esta Semana Santa. Hace unos días desde el Cautivo, un total de 25 miembros de la banda de esta hermandad, se acercó a la sede de Batería Jota para ofrecerse a salir como portadores el próximo Domingo de Ramos con ‘La Pollinica’. Sin embargo, ni siquiera este ofrecimiento de última hora asegura que el Cristo y la Virgen puedan salir por la puerta trasera de la iglesia de la Medalla Milagrosa este domingo. El máximo responsable de la cofradía, Francisco Ramos, lamentaba ayer que la situación vuelva a repetirse. Hay que recordar que el año pasado la Virgen de la Esperanza no pudo salir a procesionar precisamente porque no hubo suficientes hombres de trono, a pesar de que a priori, según las inscripciones que había registrado la Junta de Gobierno, parecía que si sería posible portar el trono. Ramos señaló que resulta imposible saber con exactitud cuantas personas se presentarán finalmente el domingo para sacar los pasos, porque por la experiencia que tienen saben que son muchos los que se inscriben pero luego no aparecen. Así, el hermano mayor en funciones de la cofradía agradeció la colaboración de los miembros de El Cautivo, pero indicó que esto no garantiza que la procesión pueda salir a la calle. Ramos apuntó que si no hay gente suficiente sacarán, al igual que sucedió el pasado año, solo a la ‘Pollinica’, y que la Virgen, para “tristeza de todos” tendrá que quedarse en el templo. El máximo responsable de la hermandad recordó, además, que los tronos de la cofradía son muy pesados y necesitan cerca de un centenar de portadores para poder salir a la calle de forma “digna” y sin que suponga un peligro ni para los hombres de trono ni para las tallas. Así, aunque esperan que en último momento cuenten con personas suficientes, Ramos indicó que no es muy optimista, seguramente recordando lo que ocurrió el año pasado. Todos los cofrades de la hermandad esperan, no obstante, que no vuelvan a repetirse las imágenes de tristeza del 2012, cuando fueron muchos los que no pudieron contener las lágrimas al tener que dejar a la Virgen sola en el templo y salir a procesionar junto al Cristo. De hecho, varios integrantes de la entonces banda del Flagelado (que este año es la del Nazareno) junto a algunos cofrades decidieron a primera hora de la tarde, cuando ya se habían encerrado el Cristo, sacar a la calle a la Virgen para que los vecinos de Cabrerizas pudieran al menos verla en su barrio, aunque no pudiera hacer el recorrido completo. En cuanto al Jueves Santo, Ramos apuntó que tampoco tienen claro si contarán con portadores suficientes. El cofrade recordó que este día salen a la calle tres de las cinco cofradías de la ciudad, lo que complica aún más que haya gente suficiente para sacar todos los tronos. El problema de los portadores en la Semana Santa melillense es uno de los que más preocupa al mundo cofrade de la ciudad. El Flagelado no es el único que tiene problemas, el año pasado por ejemplo, se pudieron ver en algunos de los tronos de la cofradía del Pueblo bastantes huecos que hacían difícil el paseo del trono y hubo incluso ciudadanos que estaban viendo la procesión que entraron a ayudar para que el Cristo pudiera realizar la estación de penitencia. Las características de la ciudad, en la que un gran porcentaje de ciudadanos no son cristianos y otra gran parte aprovecha las vacaciones de Semana Santa para viajar a la península, son dos de los principales problemas a los que los cofrades achacan el hecho de que continúen produciéndose estas imágenes tristes que hacen a algunas voces críticas dudar del arraigo de la fiesta en la ciudad. No obstante, tampoco se puede olvidar que centenares de melillenses llevan meses trabajando para preparar esta semana y que serán muchos los que salgan a las calles a acompañar a las procesiones y dejar sentir el fervor y la pasión por la Semana Santa Local.Sea como sea, en menos de una semana se podrá saber definitivamente si este año la falta de portadores se queda en un susto o si vuelve a marcar la cara más triste de la fiesta cristiana.