La primera sesión del juicio del 'caso Novolujo' contra diez policías nacionales no dio mucho de sí. La mañana fue soporífera y la tarde, por el estilo. Ninguno de los agentes acusados de cometer presuntas irregularidades durante la investigación de una supuesta trama de blanqueo de dinero procedente del tráfico de drogas, respondió a las preguntas de la acusación. La Abogacía del Estado centró su defensa en destacar la labor de los agentes y el Ministerio Fiscal, que en un principio apoyó los recursos para que la instrucción saliera adelante, ahora no quiere acusar.
La única novedad del día fue la admisión como prueba de una cinta, cuyo contenido este periódico había adelantado, en la que alguien que presuntamente es Mohamed Halifa Azman, supuesto cabecilla de la trama que terminó archivada, denuncia que le ofrecieron primero por 48 millones de pesetas y luego por 40 el expediente del 'caso Novolujo'.
Quizás en la jornada de hoy se anime el juicio con la declaración de los testigos. Entonces empezaremos a sacarle el jugo a la investigación llevada a cabo en 2002. De momento sabemos que 118 personas ajenas a la red de blanqueo fueron 'espiadas' y que a muchas de ellas no se le ha notificado que las conversaciones, casi siempre anodinas, que mantuvieron con los investigados en Novolujo, entraron en el sumario del caso, porque nunca se separó el grano de la paja. Hoy puede que se anime la sesión. Confiemos en que el sopor no vuelva a invadir la sala de vistas de la Audiencia Provincial de Málaga.