En su huida de la Policía y la Guardia Civil, entraron en residencias privadas y centros escolares l Delegación calcula que unos 50 saltaron la valla, pero testigos hablan una cifra superior.
Un grupo de 150 inmigrantes de origen subsahariano protagonizó en la jornada de ayer un asalto masivo al vallado fronterizo que separa la ciudad autónoma de Marruecos, en concreto por el tramo que discurre por la zona del aeropuerto. La Delegación del Gobierno informó a este periódico de que unas 50 personas lograron entrar en Melilla de manera irregular, según los primeros cálculos. No obstante, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado estuvieron buscando inmigrantes por distintas zonas de la ciudad durante todo el día, por lo que la cifra de subsaharianos que logró saltar la valla podía ser superior. El máximo dirigente de la ONG Prodein, José Palazón, así como testigos consultados por este periódico, aseguraron haber visto por la zona del barrio de La Victoria, en concreto por los alrededores de la Piscina Municipal, a un grupo de setenta subsaharianos huyendo de la Policía.
El asalto se produjo a las 6:00 horas, aproximadamente. Al detectar que un grupo de inmigrantes se aproximaba al vallado, la Guardia Civil desplegó en la zona un amplio dispositivo de seguridad, al que se sumaron dos patrullas de la Policía Nacional y otras dos de la Policía Local. Al otro lado de la valla, las fuerzas del orden de Marruecos también tomaron posiciones para repeler el intento de entrada. Pese a los esfuerzos de unos y otros, medio centenar de personas, según los cálculos de Delegación, consiguieron saltar.
Los subsaharianos que logran entrar en la ciudad emprendieron la huida en distintas direcciones. Unos treinta se dirigieron a la zona del aeropuerto, causando daños en la valla de seguridad que circunda dichas instalaciones, la cual fue reparada a las pocas horas sin mayores contratiempos. Delegación afirma que el resto de inmigrantes se desperdigó en distintas direcciones “en una actitud de abierta resistencia y enfrentamiento hacia las fuerzas del orden cuando éstas trataban de interceptarlos”.
La huida de los inmigrantes por distintas zona de la ciudad pilló por sorpresa a muchos vecinos de la ciudad autónoma, que fueron testigos de cómo los subsaharianos intentaban esconderse por todos los medios posibles de las agentes de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. José Palazón, de la ONG Prodein, apuntó a El Faro que este temor a la Policía y la Benemérita se debe a la posibilidad de que sean devueltos a Marruecos.
Sobresalto en Iberpuerto
Un grupo de inmigrantes emprendió una desesperada carrera y acabó en la Urbanización Iberpuerto. Su paso por esta zona se produjo a las 6:30 horas, aproximadamente, causando la alarma de los vecinos que se encontraban durmiendo. Con el fin de no ser localizados por las fuerzas del orden, los subsaharianos no dudaron en saltar los muro de las viviendas y esconderse en los jardines. El estruendo causado por su huida, así como las sirenas de los coches de Policía y Guardia Civil, puso en pie a todo el vecindario. Los agentes actuantes recomendaron a los vecinos no salir a la calle y cerrar las puertas de sus viviendas con llave para evitar que entraran los subsaharianos, según relataron testigos a este periódico.
“Todo ocurrió muy deprisa. Escuchamos gritos y un estruendo en el jardín. Antes de que pudiéramos salir a ver qué ocurría, la Policía Nacional llamó al timbre y nos explicó la situación. Nos recomendaron cerrar la casa por todos lados, tanto la puerta principal como la trasera, que da al jardín y no salir bajo ningún concepto”, explicó un vecino a El Faro.
Horas después, a las 11:30, aproximadamente, se halló a un inmigrante escondido en uno de estos jardines. Los testigos explicaron a este periódico que una ambulancia acudió al lugar de los hechos para trasladarlo al Hospital Comarcal, ya que presentaba diversas heridas.
A la carrera por Lo Güeno
En torno a las 9:00 horas se vio a otro grupo, compuesto por una decena de subsaharianos, huyendo por la carretera de Alfonso XIII, en concreto a la altura de la rotonda que se encuentra al lado de la urbanización Lo Güeno. Testigos de lo ocurrido señalaron a este periódico que los inmigrantes iban prácticamente desnudos.
Sobre la misma hora, otro grupo pasaba por el barrio de La Victoria, a la altura del Instituto Enrique Nieto.
Centros educativos
Fuentes del Enrique Nieto relataron que se localizó a un inmigrante totalmente desnudo en el patio del centro, encaramado a un árbol. El subsahariano estaba “muy asustado y nervioso” y gritaba que lo iban a devolver a Marruecos.
Horas más tarde, otros dos inmigrantes fueron localizados en un aula vacía, a la que habían accedido rompiendo una ventana del centro. Por último, un tercero fue encontrado deambulando por las instalaciones del instituto. Todos ellos estaban “visiblemente nerviosos” aunque “no mostraron agresividad alguna, ni hacia los profesionales del centro ni hacia los alumnos”.
Por otro lado, vecinos del barrio de La Victoria afirmaron que por la zona de la Piscina Municipal, situada a escasos metros del Enrique Nieto, vieron corriendo a un grupo de setenta subsaharianos a la carrera.
Otros inmigrantes se escondieron en el Colegio Altos del Real, según las fuentes de este periódico. Uno de ellos fue hallado en el interior de estas instalaciones educativas “llorando y con heridas leves”, así como sangrando por la boca.
Todos los interceptados fueron conducidos a la Jefatura Superior de Policía Nacional para la apertura de un expediente de expulsión del país, como dicta la Ley de Extranjería, y posteriormente llevados al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), que el pasada sábado albergaba a unas 720 personas, pese a que su capacidad máxima es de 480.
El salto a la valla dejó heridos tanto entre los agentes de la Guardia Civil como entre los inmigrantes. La Delegación del Gobierno informó de que 27 subsaharianos necesitaron asistencia médica por traumatismos de carácter leve, mientras que otro permanece hospitalizado con ambas muñecas fracturadas.
Uno de los inmigrantes se autolesionó golpeándose con un coche de Policía. La cifra de heridos podría ser mayor, en base a lo relatado por distintos testigos a este periódico.
Por otro lado, dos efectivos del instituto armado sufrieron contusiones de distinta consideración. Uno de ellos recibió golpes con un objeto metálico (en la imagen) en la mano izquierda y la espalda. Otro agente presentaba traumatismos en la mano y el pie derecho.
Tanto los miembros de la Benemérita como los inmigrantes ya han recibido el alta hospitalaria, salvo el subsahariano que se fracturó las muñecas.
Imbroda pide “medidas más duras”.
El presidente del Gobierno local, Juan José Imbroda, reclamó en la jornada de ayer “endurecer las medidas de rechazo” a los inmigrantes que tratan de acceder ilegalmente a Melilla. En declaraciones realizadas a la SER, el máximo dirigente del Ejecutivo autonómico abogó por articular todas las medidas legales necesarias para evitar que las entradas irregulares continúen produciéndose.
En palabras de Imbroda, la actitud de los subsaharianos “no se puede consentir” y apuntó que tras el salto que se produjo ayer “llegaron a allanar viviendas privadas y a agredir a agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado”, en referencia a los inmigrantes que ayer se escondieron de la Benemérita en los jardines privados de la urbanización Iberpuerto y a los dos agentes del instituto armado que resultaron heridos al intentar detener a los subsaharianos.
Por otro lado, el presidente autonómico subrayó que debe existir “un mayor diálogo con Marruecos” para reforzar los cauces de colaboración entre ambos países contra las mafias que trafican con seres humanos.
Por último, mostró su apoyo a la labor que está realizando en este terreno el delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, quien aseguró que “trabaja duramente para solucionar este problema”.
“Tanto aquí como en Madrid saben qué está ocurriendo y cómo estamos con la inmigración. La Administración del Estado tomará cartas en el asunto para paliar la situación”, añadió. “Este tipo de situaciones son, por desgracia, el pan nuestro de cada día, pero hay actitudes que no podemos tolerar. La inmigración ilegal no es buena para nadie, principalmente para los que entrar de manera irregular”, concluyó el presidente autonómico.
El delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, mostró, mediante una nota de prensa, su apoyo a los efectivos de la Guardia Civil “en su difícil tarea de custodia fronteriza”. Asimismo, llamó a reflexionar sobre el proceder de los inmigrantes que entran de manera irregular en Melilla y que utilizan “la resistencia agresiva y la fuerza” contra los agentes de la Benemérita y de la Policía Nacional. Hay que recordar que ayer dos guardias civiles fueron heridos de carácter leve por los subsaharianos.